Luis Losada Pescador. ¿Existe el voto católico? Existen católicos que votan. ¿Con qué criterio? ‘Cada uno es cada uno y sus ‘cadaunadas’, que diría el gran Unamuno. ¿Debe existir un partido católico?

Según el Papa Francisco, no. Ya saben: la legítima autonomía de lo temporal. Pero eso no significa que los católicos nos recluyamos en la sacristía. Al contrario, el Papa invita a participar y comprometerse en la cosa pública por el bien de nuestros conciudadanos. También el de los no nacidos.

¿El aborto moviliza votos? No está entre las principales preocupaciones según el CIS, aunque no está claro que no sea un segmentador de voto. En todo caso, este 20D lo que es seguro es que quienes defendemos el derecho a la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural, la familia, el matrimonio, la libertad religiosa y los principios y valores tiraremos nuestro voto a la basura.

Tirarán su voto a la basura quienes voten al PP. No sólo da marcha atrás a su compromiso electoral de derogar la Ley Aído sino que su presidente, Mariano Rajoy acude a la SER a ‘confesarse’: “No siempre se acierta, ¡qué le vamos a hacer!”. Por si alguien tenía dudas, en el bronco debate bipartidista, al hablar de temas sociales –aborto, violencia doméstica, etc- Rajoy le espeta a Sánchez: “No sé por qué ese empeño en discutir en temas en los que estamos de acuerdo”.

Es verdad que todavía hay quien alberga la esperanza de que el PP recupere sus principios fundacionales. De esos –ya pocos- la mayoría piensan que eso sólo será posible si el PP sufre una debacle electoral, concepto político –por cierto- tan indeterminado como la obligación de que los españoles seamos “justos y benéficos”.

Quien vote a Vox también tirará el voto a la basura. Es verdad que es el partido que mejor representa a quienes les preocupa la libertad educativa, la defensa de la vida, el compromiso con los cristianos perseguidos, etc Pero las posibilidades de que obtenga representación parlamentaria son muy remotas. ¿Quién es el culpable? En gran parte el conservadurismo cobarde que trata de evitar los riesgos.

En realidad tienen escasas posibilidades porque los que podrían votarles por afinidad ideológica, no lo hacen. Por supuesto, el silencio mediático no ha ayudado. Tuvieron que recurrir a hacer un ‘Albert Rivera’ para romper el muro de silencio. No se pusieron como Dios les trajo al mundo, pero ficharon a Carmen Lomana… La política-espectáculo es así.

Obviamente, algo de responsabilidad interna también existe. No hay figuras notables que respalden el proyecto, se ha abandonado la actualidad en demasiadas ocasiones, se ha apostado por batallas que no eran prioritarias, se han desaprovechado oportunidades, etc.

La última manera de tirar el voto es votar Ciudadanos. En materia social es socialismo trufado de podemismo. Legalización de la marihuana, de la prostitución y de la maternidad subrogada.

En materia educativa, recorte de y supresión de la asignatura de religión por historia de las religiones. No se esconden. Pero probablemente será sangre nueva que revitalizará el anquilosado tejido político-institucional del país. Seguramente no harán todo lo que han prometido. Pero algo de independencia judicial avanzaremos, las listas estarán limpias de presuntos y el sistema electoral será más razonable.

Ahora elijan Uds. ¿Qué prefieren susto o muerte? ¿Regeneración democrática con retroceso social, ‘progresismo’ disfrazado bajo las siglas del PP o una alternativa cercana pero de dudoso éxito? Lo que es evidente es que el 21D los que nos preocupan los valores y principios tendremos que empezar a trabajar por una alternativa seria, rigurosa y posible. Y eso es tarea de todos.