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Diario YA


 

Inicia la NUEVA TEMPORADA DE ÓPERA CON UN TÍTULO DE AUTÉNTICO SABOR ESPAÑOL

“Las bodas de Fígaro” de W.A. Mozart en el Teatro Real

Fotografia: Javier del Real

Luis de Haro Serrano

El Teatro Real inicia su décimo octava temporada de ópera con la presentación de este atractivo título de Mozart con la producción realizada en 2009 por Emilio Sagi, reestrenada en 2011 en colaboración con la Asociación de Amigos de la Ópera de Bilbao, el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas y el Nacional de Ópera y Ballet de Lituania , ambientada en la bulliciosa Sevilla del siglo XVIII.

Una ópera bufa que en su desarrollo original tenía cinco actos que el libretista Lorenzo Da Ponte y el mismo Mozart dejaron en cuatro. Está basada en la obra “Le mariage de Fígaro” de Pierre Augustin Caron de Beaumarchais.

Compuesta entre 1785 y 1786, se estrenó en el Burgtheater de Viena el 1 de mayo de 1786 dirigida por el compositor, volviéndose a presentar también como estreno dos días más tarde con dos arias nuevas que Mozart preparó para la soprano Adriana Ferranese, menos dotada vocalmente que Nancy Storache, que intervino en la 1ª presentación

Recibida inicialmente con poco éxito, gracias a la genialidad de su música fue poco a poco abriéndose paso, llegando a convertirse en una de las más representadas de este género, alcanzando el número 5 dentro de los títulos más frecuentes en el mundo, según las estadísticas de “Opera-base” referidas al periodo 2005/2010.

Su composición no fue consecuencia de un encargo concreto. Se debió al acuerdo que alcanzaron libretista y compositor. Su escaso éxito inicial se debió a que las camarillas formadas por Salieri y sus amigos lucharon todo lo que pudieron para impedir que alcanzara el reconocimiento que realmente merecía. Según el crítico Rafael Banús, el genio operístico de Mozart se manifestó con especial brillantez en las tres obras que compuso en colaboración con Da Ponte; “Las bodas” (1786), “Don Giovanni” (1787) y “Cosi fan tutte” (1791). Tres títulos que suponen un punto decisivo entre los realizados por el compositor salzburgués así com en la historia de la ópera. Su trama general, a pesar de ser algo complicada, fluye con espontaneidad y facilidad.

Es uno de los títulos que componen el gran terceto de óperas realizado por Mozart en su periodo de madurez. Si la más conocida es “Don Giovanni”, “Cosi fan tutte” ha quedado como “la parienta pobre” y “Las Bodas” como la más sublime, la que rompe con todas las reglas, con una conjunción perfecta entre texto y música - correlación destacada por el director musical, Ivor Bolton, en su presentación oficial. Un ensamblaje poco habitual en la historia de la ópera, debido a la perfecta unión del trabajo de los dos autores, Mozart y Da Ponte. Igual que sucedió entre Straus-Hoffmental en Alemania y Verdi-Boito en Italia.
Destaca también por la atractiva caracterización de sus personajes, realizada con gran riqueza de matices. A pesar de la rigidez de algunos, gracias al extraordinario lirismo de sus melodías, brotan de ellos unas sinceras emociones llenas de nostalgia. melancolía o arrepentimiento, que refuerzan el atractivo que, en líneas generales tiene.

Aún cuando es, prácticamente, una continuación de los hechos que se narran en “Il Barbieri di Siviglia” de G. Rossini, como obra teatral es bastante más completa y compleja.

La versión de Beaumarchais estuvo prohibida, hasta que, en un gesto de liberalidad, el emperador José II de Austria la autorizó para que pudiera ofrecerse al público solo como ópera, con la condición de que se presentara con un tono más festivo y menos de crítica de su aparente denuncia de política social. Está llena de numerosos momentos musicales de gran acierto; arias, dúos, tercetos y cuartetos fluyen con generosidad, destacando los grandes concertantes finales del acto segundo y la larga serie de arias de los principales personajes que transcurren durante el cuarto acto que se desarrolla en el jardín del Palacio Almaviva

Esta producción volverá a ser grabada en audio y vídeo para su transmisión en diferido por Radio Clásica de RNE y en la 2 de TVE, con el patrocinio de la empresa “Japan Tobacco International-JTI”.

La Producción
A la producción de Emilio Sagi, que considera a Sevilla como un personaje más de la obra, le faltó algún retoque puntual más agudo para que continuara conservando ese tono de frescura y atractivo que alcanzó en la inicial versión de 2009, por lo que en esta ocasión ha resultado un poco apagada, que se notó más debido al escaso brillo del elenco elegido para este momento tan destacado como el inicio de una temporada, para la que ya se han anunciado cambios notables. Un elenco que agradó más por sus cualidades dramáticas que vocales. En esta parcela destacaron Anet Fritsch (Condesa), Eleonora Buratto (Susanna) y Elena Tsallagova (Cherubino), por la naturalidad de sus voces en casi todos los registros, especialmente los medios, recitativos y concertantes Los demás solo alcanzaron su mejor nivel en las arias finales del cuarto acto. Demasiado suelto y algo desordenado el cuerpo de baile que debió dar más vida y resolución a la coreografía de Nuria Castejón, que, por su escaso simbolismo, pasó sin pena ni gloria, lo mismo que las cortas intervenciones del coro.

El nuevo director musical, Ivor Bolton, gran conocedor y admirador de la obra de Mozart, eligió con gran criterio una orquesta a dos. Salvo en algunos pasajes, supo transmitir a todos sus componentes la delicadeza, el ritmo y la cadencia que esta cuidada partitura precisa, especialmente en el apoyo del contínuo formado por Luke Green -fortepiano y Dragos Balan –violonchelo-.