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Diario YA


 

50 años de Diplomacia Pontificia

Daniel Ponce Alegre. Teólogo y Antropólogo. Delegado en Levante. Entre estas dos imágenes de arriba han pasado ahora 50 años. La novedad que supuso ver a Pablo VI por televisión y oírlo por radio pronunciando su Discurso ante la Asamblea General de Organización de Naciones Unidas en el año 1965 radicó en que un Papa, sucesor de los Apóstoles de Cristo y Embajador o Enviado Especial del Reino de Dios en la Tierra, y digo Especial pues no sólo él sino todos tenemos la obligación y responsabilidad de Anunciar y ser Voceros o Vigías " del Reino de Dios Padre y de su Cristo ", ahora aquí en la Tierra y hasta la Vuelta " con poder y gran gloria " del Señor Jesús.
El Vicario de Cristo pronunciaba sus palabras de Fe y Esperanza a todo el mundo, y ante toda " nación, tribu, lengua y pueblo ", usando las palabras que el Apóstol San Juan escribe en el Libro del Apocalipsis o Revelación.
En aquel momento estas fueros algunas de sus Declaraciones:
" Hoy la fraternidad se impone y la amistad es el principio de toda la sociedad humana moderna. Necesitamos que la democracia, a la que hoy apela la convivencia humana, se abra a una concepción universal, que trascienda los límites y los obstáculos para una fraternidad efectiva ".
" La Democracia Universal es el aspecto más bello de esta Institución y su aspecto humano más auténtico. Es el ideal de la humanidad peregrina en el tiempo, es la mejor esperanza del mundo y el designio trascendente y amoroso de Dios para el progreso del consorcio humano sobre la tierra, un reflejo donde vemos el mensaje evangélico celeste hacerse terrestre ".
" El bien público no puede existir distinto del de esta Organización fundado en el respeto del derecho de la justa libertad y de la dignidad de la persona ".
Por otro lado, y más recientemente, hace unas horas, éstas han sido algunas de las Declaraciones del Papa Francisco en la ciudad de Nueva York, Sede de la Asamblea General de la ONU:
" Los 70 años de existencia de Naciones Unidas, y en especial los últimos 15, demuestran tanto la eficacia de las normas internacionales como la ineficacia de su incumplimiento. Si se respeta y aplica las Carta de Naciones Unidas con transparencia y sinceridad, sin segundas intenciones, como un punto de referencia obligatorio de justicia, se alcanzan resultados de paz ".
" Cuando se confunde la Carta de Naciones Unidas se abre una verdadera Caja de Pandora de consecuencias imprevisibles que dañan a las poblaciones, al ambiente cultural y al biológico ".
" El abuso y destrucción del ambiente me lleva junto a todo el pueblo cristiano, y junto a otros, a tomar conciencia también de mi grave responsabilidad al respecto por lo cual alzo mi voz junto a la de todos aquellos que anhelan soluciones urgentes y efectivas ".
En este punto de mi análisis, considero suficientes los ejemplos citados, y que los Papas intermedios, entre Pablo VI y Francisco, han repetido con su estilo y palabras propias, y concluyo humildemente, y con profunda tristeza, que la Responsabilidad de " Anunciar las Buenas Nuevas del Reino de Dios a todas las naciones " no se ha cumplido y que Cristo, Nuestro Señor, y que nos envió a todas las naciones, no debe sentirse especialmente orgulloso de algunos de sus hermanos, hijos del Único Padre, Jahvé, y coherederos con él de la Única Esperanza para toda la humanidad:
el Reino de Dios que pedimos en el Padrenuestro " tanto en la Tierra como en el Cielo: Venga tu Reino ".
En definitiva, es importante tener presentes estas realidades de los tiempos que nos ha tocado vivir, " tiempos críticos y difíciles de manejar " como nos advertiría el propio Señor Jesús, así como también diciendo: " Cuando Vuelva el Hijo del Hombre: ¿ hallará la fe sobre la tierra ? ". Es muy importante esta expresión que usa Cristo " el Hijo del Hombre " pues nos remite al Profeta Daniel, en especial a los capítulos 2 y 12 de su libro, y en los que se nos recuerda que " todos estos reinos serán destruidos por la Roca que desciende del Monte Santo, Sión, en estos tiempos y para siempre ".
Invito a los lectores a la lectura y meditación de estas palabras inspiradas de la Biblia para entender con Fe los sucesos de hoy y esperar a nuestro Señor con la Luz apropiada.
 

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