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Diario YA


 

7 Consejos para ahorrar en tus compras

Para algunos lo de ir de compras (incluso más allá de aquellas que se pueden considerar como imprescindibles para el día a día) puede ser todo un disfrute y para otros más bien todo lo contrario. Sea como fuera de lo que no hay duda alguna es que hay personas que saben siempre dónde ir y aprovechar las mejores ofertas para conseguir ahorrar en todas ellas. Para poder sumarse a ellos y que las compras siempre sean las mejores posibles he aquí algunos consejos que siempre funcionan.

    Folletos. Los folletos o catálogos de las diferentes empresas que ofrecen sus bienes o servicios siempre pueden resultar útiles porque en ellos reflejan sus ofertas más atractivas. El problema con esto es que no siempre resulta fácil el poder hacerse con todos ellos y es aquí donde páginas web como Ofertia se lo pone fácil al ciudadano. En ella se pueden encontrar ofertas de El Corte Inglés, de Hipercor, Carrefour, LeroyMerlin, Ikea, MediaMarkt o Decathlon. Es decir, que se puede encontrar cualquier cosa que se busque por sectores. Siendo así, con tan sólo echar un vistazo a su página web se puede saber si la oferta que interesa está vigente o si conviene, más bien, esperar u optar por otra tienda. Un gesto sencillo pero que contribuye al ahorro.

    Planificación. Esto se puede aplicar a todos los sectores, tanto si se trata de acudir al supermercado para hacerse con la compra semanal como si lo que se quiere hacer es ir de tiendas en busca de algo de ropa para lograr renovar el armario. Lo mejor, a ser posible, es hacerse con una lista, saber qué es lo que de verdad se precisa. De esta manera, una vez que se esté en la tienda que se desee se irá directo a por ello y no habrá mayores distracciones. En el caso de tratarse de indumentaria tampoco está de más el optar por prendas básicas que dan mucho más juego y permiten múltiples combinaciones, así no hará falta comprar demasiado. Y, por supuesto, hay que estar atentos a los fines de temporada y a los outlets. En los primeros hay que aprovechar lo que las tiendas ya quieren retirar para hacer su cambio. En ocasiones, se encuentran verdaderas gangas. En los segundos lo único que ocurre es que lo que ofrecen es de temporadas pasadas pero sólo por eso los descuentos pueden llegar a ser más que sustanciales.

    Definir el presupuesto. Esta tarea no es la más entretenida del mundo y requerirá de algo de tiempo pero aquello de tirar de tarjeta puede ser todo un peligro sino se sabe, de verdad, la cantidad total con la q ue se puede contar. Lo ideal es hacer, previamente, las cuentas viendo los ingresos con los que se cuenta, los gastos fijos que hay y dejar algo por si surge algún que otro imprevisto. Con lo resultante se sabrá qué cantidad se puede gastar, más o menos, en un mes. Como todo dependerá de la compra, esta cantidad puede ser mayor o menor porque, obviamente, no se hace preciso ir a comprar zapatos, por ejemplo, todas las semanas, pero sí que se requiere el pasar por un supermercado.

    Ir sin hambre. Cuando se trata de ir al super nunca se puede acudir con el estómago vacío porque está demostrado que se tiende a comprar más. Esto ocurre porque, de repente, todo se vuelve mucho más apetecible. El ceñirse a la lista habiendo planificado con anterioridad la semana y haber comido antes evitará que se llene la cesta con cosas innecesarias.

    Compara. Al hilo del punto uno hay que seguir con ello y no sólo leer por encima los folletos sino comprarlos entre sí porque al haber una competencia cada vez mayor muchas tiendas se han apresurado a resultar siempre de lo más competitivas y aunque el ahorro no parezca significativo de primeras se podrá apreciar, sobretodo a final de mes, que cada gesto en este sentido acabará por ser relevante.

    Conoce las tiendas.
Por norma general los productos que son más caros (como ocurre con aquellos que son de una determinada marca ya conocida) suelen estar al inicio, ser muy vistosos y contar con grandes carteles publicitarios. Lo mismo ocurre en las tiendas de ropa donde las nuevas temporadas están en los mismos escaparates. Si se quiere ahorrar lo mejor es conocer el terreno y saber que las ofertas están algo más inaccesibles pero están. Habrá que recorrerse algunos pasillos o llegar hasta la zona de rebajas. Lo más seguro es que esto lleve algo más de tiempo pero pronto se verá cómo los resultados merecen la pena.

    Intenta evitar el uso de las tarjetas. Es cierto que el poder pagar con las tarjetas, el móvil o, incluso, algunos relojes ha hecho que la vida sea mucho más cómoda, pero no lo es menos que el control sobre el dinero con estos métodos siempre es menor. Cuando se paga en efectivo parece que se es un tanto más consciente del desembolso que se hace.