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Diario YA


 

Al Papa nadie le da lecciones de antisemitismo

Manuel María Bru. 15 de febrero.

La Conferencia Episcopal Española, por medio de su Comité Ejecutivo reunido el pasado jueves, ha enviado al Papa Benedicto XVI una carta de apoyo en la que le expresa “sus sentimientos de estrecha comunión y de sincero afecto” en unos momentos en los que se han levantado voces poniendo en duda su amor por el pueblo judío y, más en concreto, su firme rechazo de toda forma de antisemitismo. “Conocemos bien el interés –señala la carta- con el que Vuestra Santidad, desde hace muchos años y, en particular, en el ejercicio del ministerio petrino, ha procurado el diálogo con los hermanos del Pueblo de la Primera Alianza y se ha esforzado por que su historia y su presente sean justamente conocidos y valorados en la Iglesia. Pocos, como Vuestra Santidad, han comprendido que, como enseña el Concilio Vaticano II, se trata de un pueblo amadísimo para Dios”. Los obispos españoles lamentan que precisamente la benevolencia y la generosidad manifestada por el Papa, tratando de hacer todo lo posible para preservar y fomentar la unidad de la Iglesia, “hayan sido malinterpretadas e incluso tomadas como excusa para levantar testimonios falsos y predisponer negativamente a la opinión pública”. Esta misma semana Benedicto XVI reafirmó “el compromiso profundo e irrevocable” de la Iglesia en el rechazo de todo antisemitismo: “Toda la raza humana siente profunda vergüenza por la salvaje brutalidad mostrada a vuestro pueblo en aquella época”. Es más, “Cualquier negación o minimización de aquel terrible crimen contra Dios y contra la humanidad es intolerable e inaceptable”. Y recordando lo que dijo en 2006 en el Campo de Concentración de Auschwitz, añadió: ‘Los potentados del Tercer Reich querían aplastar a todo el pueblo judío, suprimirlo del elenco de los pueblos de la tierra. Entonces se verificaron de modo terrible las palabras del Salmo: Nos degüellan cada día, nos tratan como a ovejas de matanza”. 
Por tanto, nadie, absolutamente nadie, tiene derecho a dar lecciones de antisemitismo al Papa Benedicto XVI. En este asunto no puede caber la posibilidad, aunque sea remota, de una equivocación o de un malentendido. Ahora han venido de perlas las declaraciones negacionistas del aún cismático obispo Williamson, pero cuando el Papa vino a Valencia, Televisión Española lo recibió con imágenes de las juventudes nazis. En realidad, la xenofobia más importante que padece hoy Europa no es el antisemitismo, sino el anti-catolicismo, y el Papa, el sabio y santo Benedicto XVI, es la primera víctima de una persecución que en España está aún en su primera fase, la de los bufones como Wyoming y Roures, pero preparémonos para lo peor.

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