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Como enfrentarse a los cambios cuando se debe cuidar a los padres mayores

Cuidar de los padres mayores puede afectar a la vida de la familia. ¿Qué hacer para poder adaptarse mejor a los cambios?

Las cosas han cambiado mucho en los últimos años. Los jóvenes empiezan más tarde a tener sus trabajos y, por lo tanto, su independencia. Esto afecta a la manera de vivir ya que se casan más tarde y tienen hijos cuando ya rebasan la treintena. Debido a todo esto cuando se acaba de cuidar a los hijos se empieza con los padres. Y es que, debido a los avances en salud y a crear buenos hábitos de vida que muchos se están tomando muy enserio, la generación que hoy son personas en edad avanzada vive mucho más tiempo. Esto es algo bueno en el sentido de que tenemos a los abuelos por más tiempo con nosotros, pero en el caso de tener que cuidar de ellos puede resultar en problemas económicos para la familia y también en un cambio drástico de vida si las cosas se hacen sin ninguna organización.

Muchos no se encuentran preparados para cuidar de los padres mayores. La crisis económica, tener que trabajar más horas, mandar al hijo a la universidad, la pérdida del trabajo y otras dificultades pueden hacer que sumar el cuidado de una persona mayor sea más una carga porque no se puede dar la atención que el mayor requiere. Esto trae consigo problemas a los hijos que se sienten culpables todo el tiempo por no poder dar a sus padres los mejores cuidados ni prestarles la atención que ellos requieren. ¿Cómo superar esta fase y adaptarse a los cambios?

Reparto de tareas

El cuidado de personas mayores puede ser una tarea complicada, en especial, si son personas que están enfermas. Una sola persona no puede, ni debe, echarse a la espalda una responsabilidad tan grande como esta. Todos los hijos, si hay más de uno, debe estar al tanto de lo que los padres necesitan y estar a disposición del hermano que decida cuidar de los padres para ayudarle en todo lo posible.
En la casa donde se encuentre la persona mayor también debe existir un reparto de tareas. No solo la esposa debe hacerse cargo del padre o la madre, todos en la familia deben colaborar. La persona del cuidador es una figura, a la que si no se ayuda a soportar la responsabilidad, puede resultar frágil y acabar mal de salud también. Si hay un reparto de tareas equitativo, todos aportan, y adaptarse a los cambios resultará más sencillo.

Buscar ayuda externa

A veces las responsabilidades diarias junto con tener que cuidar de una persona de edad avanzada con circunstancias especiales puede hacer que sea necesario buscar ayuda del exterior. Trabajo, casa y algunas veces también el cuidado de hijos, puede hacer que la persona que debe cuidar al mayor se sienta agobiada y no pueda cumplir con lo que las personas mayores a su cuidado esperan.

Algunos hijos deciden que sus padres enfermos y mayores deben ir a una residencia donde se les dará la atención especializada que requieren. Esto puede ser causa de sufrimiento para el hijo o hija ya que, su deseo, es poder cuidar de sus padres. El sentimiento de culpa puede ser muy grande. Algunos sienten como que están abandonando a sus progenitores. Pero no es así. En una residencia hay personal profesional que sabe como cuidar de estas personas que ya no pueden hacerlo solas. De todas formas, si se decide cuidar a los padres mayores en casa, puede haber otra opción. Contratar a asistentes en el cuidado de personas mayores fin de semana o por la mañana, solo por la noche o unas horas específicas puede ser la opción para que el cuidador pueda tener tiempo para sí mismo, realizar otras tareas o simplemente descansar. No hay que sentirse culpable por delegar algo de responsabilidad y tomarse tiempo para uno mismo, es necesario.
Esta puede ser una opción también en el caso de que la persona mayor tenga que ser ingresada en un hospital. Las tareas se multiplican porque, no solo hay que organizarse en casa, también hay que pasar tiempo en el hospital. En ocasiones no se sabe de donde sacar el tiempo para organizar todo. Pedir la ayuda de profesionales en la asistencia enfermos Madrid es la solución. Se encargan de hacer que la persona mayor, mientras está en el hospital, se sienta lo más cómoda posible y de esta manera la familia podrá organizarse tranquilamente.

La importancia del descanso

El día a día se puede hacer muy pesado cuando uno se siente cansado. Esa noche que uno no duerme bien y no hace más que dar vueltas en la cama provoca que, al día siguiente, no pueda rendir bien. Descansar, dormir y alimentarse bien son básicos para poder mantener el ritmo que el vivir diario más tener que cuidar de una persona mayor impone.
Si por la noche no se ha podido dormir bien, hay que sacar tiempo para poder descansar. En España lo de la siesta es típico. Hay que aprovecharla. El familiar mayor tampoco va a necesitarte 24 horas al día. Ellos también duermen. Si hay una persona externa contratada se puede usar el tiempo que ella está al cuidado de la persona mayor para descansar, no para realizar otras actividades. Para conseguir esto es necesaria tener una buena organización. También es importante conocer los límites que uno tiene. No se puede estar a todo. A veces es necesario decir no a algunas responsabilidades u otras actividades.

Mantener una buena comunicación

Cuando llega el momento de cuidar de una persona mayor puede que se vengan todos los problemas encima porque no se haya hablado del tema con anterioridad. Quizá los padres todavía no sean muy mayores y la posibilidad de tener que cuidarlos no está aún en la mente y, sobre todo, cuando se está envuelto en otro tipo de responsabilidades como trabajar o el cuidado de los hijos. Pero, para que no haya un descontrol cuando ocurra, es mejor tenerlo todo hablado. Los padres mayores podrán dar su opinión sobre cómo quieren que se les cuide y toda la familia podrá hacer los trámites y los cambios necesarios sin agobios cuando llegue el momento.