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Diario YA


 

Consejos para contratar a un buen contratista

Se trata de un profesional cualificado que ofrece todos los servicios que se necesitan para realizar prácticamente, cualquier tipo de reforma, ya sea una integral en la vivienda, en una habitación concreta o incluso para llevar a cabo reparaciones.
En el caso de querer hacer una reforma en una vivienda o local, hay que tener en cuenta que son muchos los servicios que se necesitan y por tanto, se requiere a diferentes profesionales. Aunque existen empresas en la actualidad que ofrecen un gran número de servicios en este sentido, lo más habitual en estos casos es contratar a un contratista.
Se trata de la persona (también puede ser empresa) que se contrata para realizar reformas integrales, reformas concretas o incluso construcciones más grandes, como un edificio, carretera o instalaciones de diversa índole. El contratista es el responsable de proporcionar todas las herramientas y materiales que se necesitan para realizar la obra. Dependiendo de la magnitud del proyecto, habrá que contratar diferentes servicios en Madrid para cubrir todas las necesidades.
En este sentido, en este sector existen varios tipos de contratistas que se podrán contratar según la obra que se quiera llevar a cabo. Están los generales, que se encargan de coordinar todos los aspectos de un proyecto; los especializados, para instalaciones y trabajos concretos; el diseñador; y el arquitecto.
En cualquier caso, antes de ponerse manos a la obra, es importante conocer algunos aspectos, antes de contratar a un tipo de profesional u otro. De ahí que sea fundamental, tener en cuenta estas recomendaciones.

¿Quién conoce al contratista?
Para contratar los servicios de este profesional, no está de más hablar con amigos y familiares para obtener algunos nombres de contratistas que son fiables y que ofrezcan todas las garantías. Otra opción es hablar con un inspector de construcción, para que aconseje sobre qué contratista es el más completo, es decir, que cumpla todos los requisitos para poder realizar una obra, que compran materiales de calidad, etcétera.

Elegir el adecuado
En el caso de ya tener varios nombres en la lista, el siguiente paso es conocer a estos profesionales. Al principio no tiene que ser personalmente, con una entrevista por teléfono será suficiente. En la llamada, es importante realizar preguntas como qué tipo de proyectos asumen, cuánto tiempo llevan trabajando con subcontratistas, con qué clientes han trabajado o si cuenta con buenas referencias financieras, entre otras cosas.

Conociendo más a fondo
Después de la entrevista telefónica, según las respuestas obtenidas, hay que elegir como mucho cuatro contratistas que puedan encajar con el perfil que se busca para que dirija las obras en casa.
En este caso, se mantendrá una reunión cara a cara con ellos, para que puedan responder a más preguntas. Además, verse personalmente siempre va a ser un valor añadido, ya que el lenguaje no verbal puede ser determinante para realizar la elección definitiva y establecer el vínculo de confianza necesario. 
De igual modo, investigar qué tipo de proyectos a liderado y a qué clientes, es una opción añadida para saber más sobre el contratista que se va a escoger.

Planes y ofertas
Después de hacer una segunda “criba” deben quedar dos o tres contratistas como mucho en la lista. En ese momento, ya que se conoce gran parte de sus servicios, es importante darles el proyecto que se quiere hacer para que presenten un presupuesto detallado. De esta forma, se conocerán los costes de la mano de obra, los materiales, los márgenes de beneficios y otro tipo de gastos, pudiéndolos comparar para saber cuál es el que presente mejor relación calidad-precio. Para hacerse una idea, lo habitual es que los materiales sean en torno al 40% del total del coste de la obra mientras que, entre el 15% y el 20%, cubre los gastos generales y el margen de beneficio.

Los pagos
Para que no haya problemas a la hora de realizar los pagos, es conveniente establecer con antelación un calendario, de esta forma, quedará todo plasmado en el cronograma. Lo normal es que para proyectos grandes, se dé un 10% del coste total una vez firmado el contrato y posteriormente, se hagan tres pagos del 25%, para terminar dando el 15% que queda al final de la obra.
Una última cosa que hay que comentar es que, todo lo acordado con el contratista, debe estar por escrito, de esta forma, estarán todas las condiciones firmadas y no debe haber problemas durante todo el tiempo que se lleve a cabo la obra.