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Desayuno Nacional de Oración: Necedad e Iniquidad Institucionalizadas

Cuando Obama compara el yihadismo con las Cruzadas

Daniel Ponce Alegre. Teólogo y Antropólogo. En el Anual Desayuno Nacional de Oración, que tuvo lugar este año el 6 de Febrero pasado en Washington DC, el Presidente de los Estados Unidos de América Barack Hussein Obama, tras referirse a la barbarie de grupos islamistas como el Estado Islámico, dijo:
" Recordemos que durante las Cruzadas y la Inquisición, la gente cometió terribles hechos en Nombre de Cristo. En nuestro país, la esclavitud y Jim Crow, cuerpo legislativo que regulaba la segregación racial, también fueron con frecuencia justificados en Nombre de Cristo ".
El invitado de honor de esta edición fue el Dalai Lama, a quien puso como ejemplo de religiosidad pacífica, por supuesto obviando a los monjes tibetanos bonzos que se queman en un acto de desprecio por la vida que es un don de Dios o aquellos otros monjes terroristas en países como Camboya, Sri Lanka, Laos, Vietnam, etc. En 2010 el invitado de honor fue el entonces Presidente del Gobierno español, José Luís Rodriguez Zapatero.
Este sectario, depravado y maligno Presidente de EE.UU, pues yo no creo que sea un ignorante, utiliza las Cruzadas como ataque al cristianismo y para relativizar la Verdad y Superioridad que supone el Mensaje de Cristo frente a los de las otras religiones, ya sea esta el islam o por supuesto el politeísta  y demoníaco budismo con su infinidad de deidades, demonios y espíritus terrenales o extraterrenales frente a los que los budistas realizan infinidad de oraciones o  " mantras ", así como diversas prácticas pseudoreligiosas o abiertamente espiritualistas, no espirituales, con el fin de protegerse o invocar a esos espíritus, y que el Papa ha tenido ocasión de comprobar en su viaje a Sri Lanka.
B. Hussein Obama considera que las Cruzadas fueron una serie de guerras lideradas contra el Islam por papas locos ansiosos de poder y llevadas a cabo por religiosos fanatizados, y que no fueron guerras defensivas frente al avance indiscriminado de una violenta religión como es el Islam, ya sea en su modalidad yihadista, salafista, wahabí o sufí; y que fueron llevadas a cabo por monjes en su mayoría que tomaron las armas en respuestas al mandato de Cristo de defender la fe en este mundo, o por soldados que con el ideal de cruzada se cristianizaron y llegaron a amar a Cristo en unas condiciones de vida muy duras.
Este maligno Presidente considera a los cruzados una raza de imperialistas que destruyeron la pacífica y floreciente cultura musulmana, cuando en realidad en la época lo floreciente fue la cultura árabe judeocristiana y en grado menor la de influencia griega.
No se le ocurrió decir a Obama, en su enfermizo y psicótico discurso, que el Islam nació en medio de guerras y siguió expandiéndose a través de ellas, mientras que el judaísmo y el cristianismo se expandían con el establecimiento de relaciones comerciales, culturales y con misiones de evangelización que establecían escuelas, iglesias, mercados, universidades, etc.
Desde la época de Mahoma, el medio de expansión musulmán fue la espada.
El pensamiento musulmán divide el mundo en la casa de la guerra y la casa del islam.
En un Estado musulmán los cristianos y judios pueden ser tolerados bajo el concepto de aprendiz o protegido hasta la conversión que establecen las leyes o sharia.
Pero en el islam tradicional o salafista los Estados cristianos y los judíos deben ser destruidos y sus tierras conquistadas.
El Presidente omitió convenientemente esta realidad.
Los guerreros del Islam o muyahidín iniciaron ataques contra los cristianos muy poco después de la muerte de Mahoma y fueron satánicamente exitosos pues Siria, Egipto y Oriente Próximo que contaban con la mayoría de cristianos sucumbieron rápidamente. En el siglo VIII habían conquistado el norte de África y España, y el Imperio Bizantino se reduce al espacio de Grecia. El Emperador de Constantinopla pidió ayuda a sus hermanos de Occidente y se le prestó con el establecimiento de Órdenes Cristianas Monásticas de Caballería, las Cruzadas.
Como puede verse no fueron guerras de agresión sino de protección.
Lo que me duele profundamente es el compadreo multiconfesional y multiecuménico de Francisco, de algunos prelados y de alguna prensa católica, no es por supuesto el caso de este Diario que sólidamente defiende la fe en Cristo como único medio de Salvación y único intercesor; callando el nombre de Cristo y el de Dios Padre, Jahvé, hablan de la cultura del encuentro, de la cultura del amor universal, de la globalización del corazón y de otras necedades y estupideces malignas que seguro hieren profundamente a los que están muriendo por ser Cristianos, y sólo por eso, y por nada más.
" Estos son los que tienen sus nombres escritos en el Libro de la Vida ", con la ayuda de Dios. Amén.
 

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