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Diario YA


 

La dura colonización que sufre España made in USA, como despótica leyenda negra, ha conseguido que se imponga no solo entre los más pequeños y sino entre todas las edades, el carnavalesco anticipado Halloween

DON JUAN EN EL “CAMPO SANTO”

Fidel Garcia Martínez.  Durante siglos en la cultura Española y en la tradicional noche de ánimas, la que va desde el día de Todos los Santos a la Noche difuntos, se representaba en pueblos y ciudades las  aventuras y desventuras de uno de los grandes mitos de la literatura  tal como dramatizó José  Zorrilla Don Juan Tenorio, hermano menor del de Tirso de Molina El burlador de Sevilla. El público salía de las  representaciones del Tenorio emocionado y repitiendo versos del drama. Hoy se ha banalizado el Tenorio y se ha prescindido del fuerte tono espiritual-religioso con el que lo pintó Zorrilla, cuando gracias a Doña Inés, la novicia seducida, don Juan proclama arrepentido y convertido: más es justo y notorio, que pues me abre el purgatorio, un punto de penitencia, es el Dios de la Clemencia, el Dios de Don Juan Tenorio
    La dura colonización que sufre España  made in USA, como despótica leyenda negra, ha conseguido que se  imponga  no solo entre  los más pequeños y sino  entre todas las edades, el carnavalesco  anticipado Halloween, con toda  su parafernalia de calabazas, tridentes diabólicos y cornudas vestimentas en sangre y luto.  Estos engendros cadavéricos son una de las  aportaciones  presuntamente culturales venidas del la otra parte del Atlántico, mientras alli se  profanan tumbas y ee decapitan estatuas  como la del  gran evangelizador de Nuevo México y California, padre de los indios San Junípero Serra.


     Más  a pesar de la intensa propaganda cosmética y chabacana del horror y el mal gusto  siempre perdurarán  los versos de Doña Inés desde la ultratumba “Yo mi alma he dado por tí y Dios te otorga por mí tu dudosa salvación. Misterio en que en comprensión/ no hace de criatura/ y en solo en vida tan pura los justos comprenderán/ que el amor salvó a Don Juan/ al pie de la
 sepultura”.