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Disidentes del IRA obligaron a la Policía del Ulster a reclamar la presencia del Ejército

Downing Street “condena con firmeza” el incidente

Redacción Madrid. 8 de marzo. El Gobierno británico condena el atentado contra la base de su Ejército en el condado de Antrim, a unos 25 kilómetros al noroeste de Belfast, según informó el secretario para Irlanda del Norte, Shaun Woodward, quien calificó el asalto como un "acto de barbarie criminal".

   Woodward trasladó sus condolencias a los familiares de los dos militares que perdieron la vida como consecuencia de un tiroteo registrado en la base. Según informó un portavoz del Ministerio de Defensa británico a la BBC, los asaltantes dispararon desde un coche contra los miembros de las Fuerzas Armadas apostados en las afueras de la base.

   "La diferencia entre aquellos que sirven a la comunidad y aquellos que la destruirían no puede ser más clara. Los autores serán perseguidos y nunca detendrán el proceso político en Irlanda del Norte", añadió Woodward.

   Al menos dos militares murieron y otras cuatro personas, dos de ellas civiles, resultaron heridas de gravedad como consecuencia de un asalto en una base del Ejército al norte de Belfast, según informaron fuentes policiales.

   El incidente tuvo lugar en la base de Massereene a las 22.40 hora española. La Policía de Irlanda del Norte va a llevar a cabo la investigación "ya que es un delito en territorio norirlandés", señalaron las mismas fuentes.

   En un comunicado, el Gobierno Británico ha asegurado que hará todo lo posible para que los autores sean llevados ante la justicia. En el documento, Downing Street "condena con firmeza" el incidente e indica que "los pensamientos del primer ministro (Gordon Brown) están en primer lugar con los familiares de las víctimas y de los heridos por el ataque".

   EL PRIMER MINISTRO NORIRLANDÉS TAMBIÉN CONDENA EL ATENTADO

   Por su parte, el primer ministro norirlandés y líder del Partido Unionista Democrático (DUP por sus siglas en inglés), Peter Robinson, señaló que los hechos "recuerdan terriblemente acontecimientos del pasado". Robinson también trasladó sus condolencias a los familiares e informó que pospondría su viaje programado a los Estados Unidos.

   "Estos asesinatos han sido inútilmente realizados por aquellos quienes no tienen ningún apoyo público y no tienen ninguna perspectiva de éxito en su campaña", añadió.  

   Otro miembro del DUP en la Asamblea de Irlanda del Norte, Ian Paisley Jr., indicó que este hecho podría suponer un momento decisivo para la historia de la región. "Durante los últimos diez años, la gente creía que cosas como estas sólo ocurrían en otros países, en lugares como Basora. Desgraciadamente, ha vuelto a ocurrir aquí", añadió.

   Un acuerdo de paz puso fin en 1998 a 30 años de conflicto en Irlanda del Norte entre el Ejército Republicano Irlandés (IRA), quienes reivindican la unificación de Irlanda, y los grupos armados pro británicos. La Unidad Especial de Reconocimiento (SSR, en sus siglas en inglés), un destacamento especial del ejército británico desplegada durante el conflicto, en el que murieron más de 3.000 personas, ha regresado recientemente a la provincia, de la que se marchó en 2007.

  En enero, una bomba fue desactivada en Castlewellan, municipio situado a unos 50 kilómetros al sur de Belfast. Un grupo escindido del IRA reivindicó la responsabilidad en la instalación del artefacto.  

   REGRESO DEL EJÉRCITO ANTE LA "SEVERA" AMENAZA DE DISIDENTES DEL IRA  

   El regreso de la unidad especializada del Ejército de Reino Unido a Irlanda del Norte a instancias de la propia Policía del Ulster ante la creciente amenaza de los grupos disidentes del IRA había desencadenado la polémica entre las fuerzas políticas del Gobierno de unidad, debido al malestar generado entre los republicanos del Sinn Fein un año y medio después del fin de la operación militar en la provincia.

   El comisario jefe del Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI, en sus siglas en inglés), Hugh Orde, ordenó el apoyo de un dispositivo de Londres tras constatar un incremento de la actividad de los paramilitares que ha llevado al MI5 británico, responsable de recabar información en la materia, a elevar el nivel de alerta a la categoría de "severo", que significa que un atentado es "altamente probable".

   Sin embargo, el ministro adjunto del bipartito que conforman republicanos y unionistas, Martin McGuinness, calificó la decisión de "estúpida y peligrosa", puesto que podía reabrir conflictos parcialmente superados con el fin de la denominada 'Operación Banner', que llevó al Ejército de Reino Unido a abandonar la campaña de Irlanda del Norte en verano de 2007, tras casi 40 años de intervención, la más larga de su historia. 

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