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Diario YA


 

Editorial: "Callan, luego existe"

Siguen callando los medios de comunicación sobre lo que se está cociendo en Europa en torno al Partido Conservador inglés. Ellos sabrán..., que callen, que callen. No por dejar de hablar de ello va a dejar de existir.

El panorama puede ser ciertamente preocupante para el partido de Rajoy, que a partir de junio se queda en un Partido Popular Europeo en el que ya no estará la principal fuerza que había hasta ahora, el partido tory. Más allá de cuestiones de aritmética parlamentaria, lo que el gesto de David Cameron pone en evidencia es que los populares han perdido por completo el rumbo, han dejado la esencia conservadora que debe tener cualquier partido de la derecha y, por tanto, busca un tipo de votante que tiene poco que ver con el electorado clásico de esos partidos.

Los intentos de algún medio informativo por desviar la atención de lo que es verdaderamente nuclear en todo esto, intentando desacreditar a Daniel Hannan (el europarlamentario tory que pidió el voto de los residentes ingleses en España para AES), insinuando que es un personaje poco serio que no representa la posición oficial de Cameron, resulta sumamente patético. Una vez más, contemplamos cómo, ante una evidencia que no se quiere aceptar porque rompe el sistema, o bien se apuesta por el silencio, o bien por la manipulación. Triste.

Cameron ya tiene un socio fiable en los checos, y ahora busca otros partidos que respalden y compartan su visión estratégica de la política europea; y en esa búsqueda, por más que moleste a ciertos periodistas paniaguados del poder, los tories no están mirando hacia el partido de Rajoy, sino hacia Alternativa Española, la formación social-cristiana que encabeza Rafael López Diéguez. ¿De quién es la culpa?, pues hombre, desde luego no de Cameron ni de López Diéguez. La culpa es de quien ha perdido el norte, y no sólo no se ha preocupado por encontrarlo, sino que continúa en una deriva verdaderamente absurda e incoherente.

Al final, vuelve a ponerse en evidencia que mientras la izquierda ha sido perversamente inteligente, diversificando la oferta partidista en función de la sensibilidad del electorado progre, el PP, intentando aglutinar en sí a todo el espectro conservador que sigue habiendo en España, lo único que ha conseguido es no satisfacer a nadie: ni a los liberales, que piensan que es poco liberal, ni a los conservadores, que creen con razón que a este paso van a conservar bien poco. Y encima, un nutrido grupo de palmeros que se hacen llamar periodistas ayudan a este desquiciamiento interno de los populares con su silencio o su cobardía.

Que callen, que callen. No por dejar de decir las cosas, éstas van a dejar de existir.

Miércoles, 25 de marzo de 2009.

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