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Diario YA


 

Editorial: "Cambio de rumbo"

Si hiciésemos una lectura optimista y esperanzadora de las elecciones de ayer en Galicia y Vascongadas, tendríamos que señalar el deseo de los ciudadanos de esas dos regiones españolas de que las cosas empiecen a cambiar de una forma notable. El golpe al separatismo ha sido de consideración. Ibarreche puede quedarse fuera del poder, algo que hasta no hace mucho parecía imposible, mientras que a Touriño se le acabaron ya los coches tuneados y los despachos oficiales decorados de forma indecente. Socialistas y populares son los grandes ganadores de la jornada.

Es cierto que parece romperse una tendencia. Que los españoles parecían empeñados en romper de manera definitiva la presencia del Estado en las regiones vasca, catalana y gallega, dando el poder a los secesionistas para que siguieran engordando su presencia nociva. En cambio, estos comicios han venido a dar aire a las dos corrientes llamadas "constitucionalistas", una en Galicia y otra en Vascongadas, si bien ahora hay que ver cómo gestionan ese manantial de votos. Porque seamos claros también: ninguno de los dos candidatos ganadores se han caracterizado por sus gestos rotundos por la unidad de la patria.

Núñez Feijoo ha sido siempre un hombre tibio que se ha equivocado gravemente en algunas cuestiones relativas al bilingüismo y a la autonomía gallega, haciendo a menudo el juego a los nacionalistas, si no en el fondo al menos sí en  la forma; Pachi López, que ha estado en la mesa negociadora abierta por Zapatero para dar a ETA lo que quisiera a cambio de una "paz" ominosa y vergonzante, ha sido, en sus manifestaciones públicas, tan nacionalista como Ibarreche, tan antiespañol como Arzallus, tan separatista como el más separatista del PNV. Y ese pasado político debe ser tenido en cuenta para analizar un futuro que ya está aquí.

Las posibilidades de que el PSE quiera hacer un frente común contra el PNV, apoyándose en el PP y en UPyD es, como explicaba anoche Regina Otaola, en declaraciones a Diario YA, harto improbable. Primero, porque Zapatero necesita al PNV en el Congreso de los Diputados, y por tanto es fácil suponer que exigirá a López que renuncie al poder y permita que Ibarreche siga gobernando en Vascongadas. Segundo, porque el propio López ha demostrado en muchas ocasiones estar más próximo al mundo aberchale que al bloque "no nacionalista".

En lo que se refiere a Galicia, seremos jueces imparciales de todo cuanto haga a partir de ahora el señor Núñez Feijoo, que debería deshacerse cuanto antes de ese lenguaje buscadamente ambiguo que le ha venido caracterizando. No basta con poner fin a los desmanes y el despilfarro de Pérez Touriño, tampoco basta con hacer olvidar a un personaje tan lamentable como Quintana; el PP en Galicia debe saber que ha recibido un mensaje claro de sus votantes, del conjunto de la sociedad gallega. Esperemos que sepa interpretar ese deseo colectivo.

Lunes, 2 de marzo de 2009.

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