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Diario YA


 

Editorial: "Enhorabuena, Dívar"

Siempre es una gran noticia el comienzo del Congreso de Católicos y Vida Pública que cada año organiza en estas fechas prenavideñas la Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación Universitaria San Pablo CEU. Y, si cabe, este año se trata de una convocatoria aún más importante, más necesaria que nunca. Se trata de un encuentro que riega con savia divina la esperanza de los miles de católicos españoles que trabajamos en los medios de comunicación.

En la cita que hoy comienza, la esperanza es precisamente el argumento principal sobre el cual girarán todas las comunicaciones de los participantes: “Cristo, la esperanza fiable”. Y es que, en momentos como los que vivimos de acoso a los creyentes, en medio de una cultura crecientemente agnóstica y atea, se nos antoja indispensable recibir esa fortaleza que sólo la Providencia nos puede regalar en forma de esperanza.

Y aunque lamentablemente escasean los testimonios que van contracorriente, estatalizado como está el clientelismo y la fea costumbre política de acatar borreguilmente la disciplina de voto del partido que paga coche oficial y sueldazo, a veces surge la excepción y eso hace que renazca una pequeña esperanza que, sin duda, siempre es alentadora y reconfortante. En este caso, llega desde el mundo de la Justicia.

A Carlos Dívar, su reciente nombramiento como presidente del TS y del CGPJ le supuso una noticia en portada del diario El País en la que se recalcaba y subrayaba su condición de católico (como si eso, por sí sólo, fuera noticia). Lejos de amilanarse o renunciar a su credo de forma pública (en privado, todo es más fácil), el prestigioso jurista y magistrado no ha dejado de repetir, ayer lo hizo por última vez, que cree en Dios “con todas sus fuerzas”.

Pero no sólo eso, no se quedó en una simple profesión de fe. Añadió: "Yo creo en Dios y cuando uno tiene una fidelidad y la cumple por encima de todo, como yo soy fiel a Dios, después las demás fidelidades se cumplen más fácil”. Ese es el tipo de mensajes que los católicos debemos hacer llegar a la sociedad: nada de bajar la cabeza ante la infamia, nada de arrepentirnos de nuestra entrega completa a Cristo, nada de eso. Seguir a Dios es, como bien dice Dívar, la mejor forma de estar en sociedad y de cumplir con las propias responsabilidades. Enhorabuena, señor Dívar.

Viernes, 21 de noviembre de 2008.

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