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Diario YA


 

Editorial: "La Bardem habla"

Que alguien como Pilar Bardem esté a favor del aborto, puede considerarse como normal. Por eso, su presencia ayer en Valencia para dar la bienvenida al barco de la muerte no extrañó a nadie. Esta izquierda que nos reparte continuamente carnés de demócratas (el documento más preciado que puede tener un ser vivo, por encima incluso del DNI o de un billete premiado de Lotería), cuando tiene que demostrar el aprecio real que le tiene a la Humanidad, lo demuestra así: esperando con los brazos abiertos la llegada de un barco donde se mata a niños no nacidos que no pueden defenderse.

Y lo mejor de todo es que lo hacen hablando de los “derechos” de la mujer. En su alocución, Bardem pidió “respeto” y “no criminalizar” a las mujeres; resulta ciertamente complicado no criminalizar a quien está cometiendo un crimen, y resulta imposible respetar a quien impide nacer a su propio hijo. Pero el lenguaje de los socialistas y comunistas es siempre así, sinuoso y venenoso como una serpiente, como el mismo mal. Son capaces de pedir respeto cuando están apoyando un tipo de asesinato.
 
"Gracias por venir a las mujeres y a los hombres también, que saben comprender a las mujeres", dijo Bardem. No, mire: los hombres no sabemos comprender a las mujeres que abortan, o al menos no todos. Por suerte para nuestra salud mental, muchos hombres (y mujeres) sabemos distinguir entre ejercer un derecho o atentar contra el derecho fundamental de otro (en este caso, el no nacido), que es la vida. La oposición frontal al aborto no es una cuestión de sexo, sino de sentido común.
 
Atención a cómo sigue el discurso de la eminente oradora: hay que "empezar por el pilar de todo, que es la educación y hablar con nuestros hijos de sexo y poner a su alcance todos los métodos anticonceptivos que hay". Eso, eso. Claro, es lo que se aprende sobre todo en el cine español, a usar los métodos anticonceptivos. Es decir, antes incluso de explicar a los niños lo que es el amor al prójimo, antes de transmitirles la importancia del matrimonio como forma de perpetuar la especie en una unión presidida por Dios, esta “señora” dice que les enseñemos “los métodos anticonceptivos que hay”.
 
No se quedó ahí la conocida actriz, pues añadió: el aborto "debería estar contemplado como un servicio de la seguridad social". Naturalmente. Una persona que lleva un siglo viviendo de una industria subvencionada con el dinero de todos los españoles, lo normal es que quiera que todo sea gratis: las películas, los abortos, el billete del Metro y el pan. Si, como diría la ilustre ministra aquella, “el dinero público no es de nadie”.

Viernes, 17 de Octubre de 2008.

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