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Diario YA


 

Editorial: "La muerte del PP"

Estamos asistiendo (y lo decimos sin solemnidad pero con preocupación) a la descomposición total y definitiva del Partido Popular como fuerza política en España. Que nadie se sorprenda, porque esta aseveración es coherente con la línea crítica que este diario (alejado siempre del pesebre que tanto gusta, y facilita la vida, a otros) viene manteniendo con el principal partido de la oposición desde que decidió asumir como propias la estética y las convicciones de la izquierda traidora y desleal a nuestra patria.

Lo que ayer ocurrió en el Congreso es sólo una prueba más de ese proceso de hara-kiri político que ha puesto en marcha la derecha. Ana Pastor y Celia Villalobos, destacadas dirigentes del PP, dieron el visto bueno con sus votos a la admisión a trámite de una proposición no de ley presentada por los comunistas de ICV para reprobar a Su Santidad El Papa Benedicto XVI por sus palabras sobre el preservativo y el SIDA en su reciente viaje a África. Y no es lo peor el acto de votar a favor de tramitar esa basura, sino las explicaciones que posteriormente ha dado la señora Pastor al respecto.

En sendas entrevistas mantenidas en la Cope y en Intereconomía TV, la vicepresidenta segunda del Congreso se atascó, mostrándose confusa a propósito para no ser entendida, quizás porque sabía que su posición no era admisible. No respondió a ninguna de las preguntas planteadas, sobre todo, por qué votó que sí cuando podía votar que no, por qué sus compañeros Fernández Díaz y Gil Lázaro emitieron votos negativos y ella no, y principalmente, qué opina ella sobre las palabras del Pontífice, algo sobre lo que ha eludido pronunciarse una y otra vez. Vergonzoso.

Recordemos que Ana Pastor, gallega, es una de las personas de confianza de Mariano Rajoy. No nos extraña nada que el PP esté manteniendo la línea demencial, absurda, ridícula y profundamente equivocada desde hace ya bastantes años. De espaldas a su electorado, de espaldas al sentido común, coqueteando con la progresía social y política, negando el pan y la sal a aquellos que defienden, casi siempre sin medios ni apoyo de nadie, los principios que le vieron nacer como partido. Empeñado en ser aún mucho más prescindible, más insignificante, más irrisorio y patético de lo que ya es en la política española.

Allá los mandatarios del Partido Popular. Si creen que la manera de ganarse el respeto, la confianza y el afecto de los ciudadanos es reprobar al Papa en su sapientísimas palabras sobre el SIDA, lo llevan claro. Si creen que algún progre les va a dar su voto en las europeas por esto, evidencian su ignorancia brutal sobre cómo se comporta electoralmente ese sector de la población. Siga usted así, señor Rajoy, siga; los españoles estaremos eternamente en deuda con usted cuando en España sólo exista un partido al que votar, el PSOE, fundamentalmente porque ya no hará falta ni siquiera la alternancia en el poder. Ni habrá nadie que la exija.

Jueves, 30 de abril de 2009.

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