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Diario YA


 

Editorial: "Un año más con ZP"

Hace un año nadie creía, antes de las elecciones, que Zapatero podía volver a ganar. Es decir, se contemplaba como una hipótesis "onírica", pero realmente nadie en su sano juicio podía imaginar que el pueblo español fuese a votar otra vez al que es, sin ningún género de dudas, el peor gobernante que ha tenido España desde Fernando VII, y en muy dura competencia con el llamado "rey felón".

No era posible, eran demasiadas cosas: la manipulación constante, la desvergüenza como estilo, el uso y abuso de lo público para disfrute particular, el nivel paupérrimo de los ministros, la sinrazón de una política basada en clichés neoprogres dirigidos a cerebros vacíos...Que no podía ser, vaya. Y aunque Rajoy nunca fue un candidato sólido, a pesar de que hizo una campaña bastante mala (¡qué terrible error eso de decir por TV que "la economía lo es todo"!), la mayoría de los españoles con dos dedos de frente estaba más o menos convencida de que el líder del PP sería presidente. Pero de eso nada.

Ganó Zapatero, vaya si ganó, y con holgura. Once millones de españoles le dieron su confianza después de lo que hizo durante cuatro años. Se dice pronto, eh..., once millones de personas, cada una con su cabecita, sus hombros e incluso nariz y boca. El resultado de las elecciones de hace un año dejó claro que hay una parte del pueblo español que vota a las siglas al margen de lo que hagan esas siglas cuando están en el poder. O sea, que a pesar del ocaso de las ideologías, y del derrumbe completo del socialismo universal, el español que es de izquierdas vota a las izquierdas, y ya puede desaparecer España que le trae sin cuidado. Es un voto fijo.

Pero hoy, cuando el país anda a punto de echar el cierre, con más de cuatro millones de parados (y lo que falta por llegar), con escenas que no se vivían desde la posguerra (comedores sociales llenos de familias sin nada que comer), en medio de una crisis moral y económica realmente pavorosa, hay que subrayar que tenemos exactamente lo que nos merecemos. O para ser más exactos, lo que se merece la democracia española, que es la que ha permitido que un analfabeto funcional, con evidentes signos de desequilibrio personal, esté en el Palacio de la Moncloa.

Ya sabemos lo que es Zapatero. Se nos agotan los adjetivos para referirnos a personajes tan increíblemente absurdos como Malenie Álvarez, Bibiana Aído, Pepiño Blanco o el propio Bermejo. Es un gobierno de baratillo, es como el plantel titular del Circo Price, un grupo de seres que nadie sabe bien de dónde han podido salir, pero que se han encaramado al poder gracias al "no a la guerra" y a los hilillos de plastilina del Prestige. Y ahora, cuando llevan ya cinco años mandando, a España, en efecto, ya sí que no la conoce ni la madre que la parió.

Martes, 10 de marzo de 2009.

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