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Diario YA


 

¿Por qué lo que se creía un asunto interno de España levanta esta oleada de pasiones encontradas?

El poema "A los mártires españoles" de Paul Claudel

Tomás Salas. El gran escritor católico Paul Claudel (1868-1955) escribió su poema Aux martyrs espagnols (A los mártires españoles) en 1937, impresionado por los acontecimientos que estaban ocurriendo en España en el transcurso de la guerra civil movido sobre todo por el afán de defender a la Iglesia atacada.  A estas alturas de su vida, en plena madurez, Claudel se ha formado ya una imagen pública de escritor católico, defensor de una clara línea de seguridad dogmática y jerárquica, frente a otros que podían estar sumidos en ambigüedades, como fue frecuente en algunos intelectuales católicos de entreguerras. El texto, pues, viniendo de este autor, tiene una intención general más religiosa que política. “Quien ataca a la Iglesia, para mí, es como si golpeara a mi padre o a mi madre” escribe en una carta a André Gide.

¿Por qué lo que se creía un asunto interno de España  levanta esta oleada de pasiones encontradas y suscita este inagotable interés? ¿Por qué esta profusión de autores extranjeros que, como Claudel, se involucran en  la guerra como en algo propio? Hay varias razones posibles. El conflicto es algo más que ideológico o político. Parece que en campo de batalla español se juega algo más que la disyuntiva de sistemas políticos (monarquía o república, por ejemplo) o formas de organización económica (capitalismo, comunismo, anarcosindicalismo, nacionalsocialismo). El conflicto se convierte en “espiritual”, por usar un término que para las derechas tiene sobre todo un sentido trascendente-religioso y para las izquierdas antirreligioso pero, precisamente por eso, también trascendente.

Claudel, con un estilo aparentemente arcaico pero sin estar al margen de la modernidad poética (Simbolismo), imbuido en los textos bíblicos (sobre todo en El Apocalipsis de san Juan)  capta certeramente  esta índole espiritual del conflicto y hace de ella la médula de su poema. Vislumbra en la persecución religiosa en España la batalla entre el Bien y el Mal, entre la Bestia y el Ángel. La contienda tiene un claro sentido escatológico que sobrepasa lo social y lo político. Esto es lo que llamo la dimensión “vertical” del texto. Además encuentro una dimensión “horizontal” o histórica que se complementa con la anterior. El hecho comentado por el poeta tiene una coherente continuidad con toda la historia de las persecuciones, que en realidad han acompañado a la Iglesia prácticamente en todas las épocas. La Iglesia de los templos ardientes de Tarragona “es la misma”, guarda una esencial identidad con la que persiguió Diocleciano y que tantos atacaron material e intelectualmente. Claudel cita a Enrique VIII, Voltaire, Marx, Lenin. No se trata, pues, de algo coyuntural e histórico, sino esencial a la Iglesia.

¿Por qué este odio? ¿Cuál es la raíz de este fenómeno de la persecución religiosa que no supone el ataque a personas concretas, sino a una institución, a una “clase”? Para el poeta francés la respuesta a este dilema es clara: el carácter sobrenatural, martirial, redentor que toma el sacrificio de los cristianos en la eterna lucha entre Bien y Mal. Es la única forma en que se justifica tanto sacrificio por un lado y tanta maldad demoníaca, por otro.