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Diario YA


 

“De frente un precipicio, detrás un lobo” Proverbio latino.

España a las puertas de una legislatura comprometida

Miguel Massanet Bosch. Un gobierno dialogante, pide Rajoy. Dice Jesús G. Maestro: “No se puede dialogar con quien no sabe razonar. Si la razón está en el diálogo, como advierte Habermas, que demuestre cómo se puede dialogar con quien no sabe razonar”.

Mucho nos tememos, aquellos que poco pintamos, por no decir nada, en la política nacional, que cuando nuestro flamante presidente del gobierno, se refiere la necesidad de dialogar (por lo demás, comentario un innecesario ante la evidencia de tener una minoría insuficiente para conseguir mayorías) y, en consecuencia, de que los nuevos ministros que deban formar el nuevo Ejecutivo, sean personas dispuestas a la ardua tarea de convencer a quienes están dispuestos, de antemano, a no dejarse convencer y a poner toda clase de obstáculos, a cada intento del nuevo gobierno de aprobar nuevas leyes, a someter proyectos de reformas, a firmar tratados con otros países o a cumplir con los requerimientos que se nos vienen haciendo desde la UE, por ejemplo, cuando vienen insistiendo, apenas nombrado el nuevo presidente del gobierno, en la necesidad de seguir profundizando en las reformas laborales; cuando es evidente que, ni socialistas y mucho dudamos que los mismos seguidores del señor Rivera, de Ciudadanos, sean muy proclives a tomar medidas que están tan mal vista por los partidos de izquierdas encabezados, al menos él ha sido quien se lo ha atribuido, por el señor Pablo Iglesias, de Podemos.

O mucho estamos equivocados o tanto IU como Podemos ( faltará ver cuál de las corrientes, la de Iglesias o la de Errejon, que actualmente están intrigando para hacerse con el poder en esta multifacética amalgama de extremismos comunistas, agrupada por meros intereses electorales, consiguen encabezar el grupo bolivariano), si es que consiguen mantener unida la coalición que encabezan ( algunos parece que intentan buscarse la vida por su cuenta y así intentan hacérselo saber a don Pablo , como son los casos de la señora Colau y de Las Mareas de Galicia) van a intentar que la tarea del señor Rajoy, de gobernar esta nación, se convierta en algo menos que una misión de gigantes, si es que, como ya dijo claramente el líder de los podemitas, ellos van a intentar apoderarse de las calles, organizar todo tipo de alteraciones del orden y buscar transformar España, en algo parecido a lo que fue la II República del 14 de Abril de 1931 convertida en la República del Frente Popular, en febrero de 1936, cuando los del Frente Antifascista, las Juventudes Socialista, la FAI, la CNT, ERC y el POUM, se hicieron con el mando, dejando a nuestro país en manos de criminales y terroristas, que pronto convirtiendo las calles y plazas de nuestras principales ciudades y las poblaciones rurales que cayeron en sus manos, en lugares carentes de toda seguridad en los que la vida y la muerte de los viandantes dependía del albur de la casualidad, si es que tenían la suerte de que no los fueran a sacar de sus casas para robarles y ajusticiarlos.

Puede que estos primeros días hayan servido para que, muchos ciudadanos, hayan suspirado aliviados al ver que las derechas del señor Rajoy han conseguido evitar que comunistas y socialistas se hayan hecho con el poder lo que, evidentemente, hubiera sido una muy mala noticia. Que nadie olvide que, para Gobernar, el señor Rajoy va a necesitar todo el apoyo del señor Rivera y sus seguidores de Ciudadanos. Por de pronto va a tener que respetar los 150 puntos que convinieron para que Ciudadanos lo apoyase en la investidura.

Es posible que, cuando llegue el momento en el que, en alguno de dichos temas no exista pleno acuerdo sobre su interpretación, conveniencia u oportunidad, será muy posible que, a los votos negativos del resto de la cámara, se añadan todos o algunos, dependerá de la disciplina de voto que se aplique, de los miembros de Ciudadanos. Y es que, un PP con sólo 137 escaños, sabe que, aunque fuera el ganador de las elecciones, no dispone de fuerza suficiente para poder llevar adelante una política adecuada, como podía hacerlo en la pasada legislatura. Y aquí es donde se plantea la pregunta que, en tantas ocasiones nos hemos formulado. ¿Le va a servir, al PP, de algo esta entrada por la puerta estrecha, en la nueva legislatura?, ¿Cuánto tiempo podrá resistir aguantando los embates de una oposición dispuesta de impedirle gobernar?

Los socialistas se encuentran en crisis y, lo que vaya a suceder como consecuencia de lo que resulte del enfrentamiento, a cara de perro, de Sánchez con los críticos del partido, es algo que vamos a tardar un tiempo en saberlo, si es que se celebra el Congreso, que andan pidiendo y las primarias, en las que tanta fe tiene el derribado secretario del PSOE, señor Sánchez. Mientras tanto existen síntomas de que, en Cataluña, aparte del desafío separatista y del optimismo del Rajoy y los suyos respecto a parar el camino hacia la independencia del país, creyéndose que les va a resultar efectivo ir cediendo en materia de financiación, aflojando (en detrimento del resto de autonomías) y cediendo a las peticiones de los separatistas para dotarles de más recursos (Ojo, si lo consiguieran, no por ello dejarían de insistir en su objetivo de constituirse en un país independiente). Mientras, en Madrid, siguen soñando en desactivar el frente del desafío catalán aquí, en Cataluña, cada vez se hace más difícil ser ciudadano español. Los sucesos de cada día demuestran que, esta activista convertida, por la idiotez de los votantes, en alcaldesa de Barcelona, no deja de apretar las clavijas para procurar que, los que intentan mostrarse como ciudadanos españoles, paguen por ello.

La última víctima, un cabo de la Guardia urbana de la capital catalana, ¡ha sido expedientado por el delito!, para Colau y sus esbirros, gravísimo; consistente en llevar una muñequera con los colores de la bandera española en el transcurso de una manifestación por la libertad religiosa y para que los veteranos de la Legión puedan participar, en procesiones de Semana Santa, en Cataluña. Como es natural más de 15.000 personas se han solidarizado con el agente que, no obstante, debe enfrentarse al criterio erróneo de la alcaldesa y del Jefe de la Guardia urbana. Una observación: se da el caso de que muchos miembros, tanto de los Mossos de Escuadra como de la Guardia urbana, pertenecen a la ANC (Asamblea Nacional Catalana) una de las formaciones más extremistas respecto a la independencia de Cataluña, dándose la circunstancia de que suelen lucir esteladas y pins, incluso en las culatas de sus armas reglamentarias, sin que les suceda nada.

Pronto vamos a tener ocasión de comprobar si, como espera Rajoy, consigue gobernar a pesar de los innumerables obstáculos con los que va a tener que enfrentarse o si, como muchos tememos, se va a demostrar que hubiera sido mejor esperar a unas nuevas elecciones en el 18 de diciembre de este año donde, todas las encuestas lo auguraban, el PP iba a conseguir, si no la mayoría absoluta, al menos elevar su nivel de escaños a la respetable cantidad de 150 y, aun sabiendo que no bastaban para gobernar, el hecho de que los socialistas parece que iban a recibir un trancazo fuerte, a causa del cual podrían perder muchos escaños, incluso alcanzar solamente los 60, mientras que Ciudadanos se mantendrían o perderían algunos; al PP le hubiera resultado más rentable ya que la izquierda quedaría, seguramente, en manos de Podemos, un grupo que, a pesar de que consiguiese algunos escaños más a costa de los socialistas, iba a quedar muy alejado de las posibilidades de alcanzar el poder, lo contrario que el PP que, con Ciudadanos, podría conseguir una cómoda mayoría que le permitiese prescindir del resto de formaciones políticas para gobernar libremente.

Lo curioso y puede que con ello cuente Rajoy, es que el PP, si se da el caso de que no le permitan gobernar desde el Parlamento, tiene la posibilidad, dentro de seis meses, de convocar nuevas elecciones. Sin embargo, este retraso haría que las elecciones se trasladaran a la primavera del 2017, un tiempo que a quien, con toda seguridad, beneficiaría sería a la nueva directiva del PSOE, que habría tenido tiempo suficiente para rehacerse, refundarse, conseguir la confianza de aquellos que nos les hubieran votado anteriormente por la forma de llevar el partido de Pedro Sánchez o por las peleas surgidas dentro del partido. Nadie se atrevería a pronosticar que, si se celebrasen los comicios en primavera o verano del 2017, los resultados el PSOE fueran tan malos como los que tendría en diciembre del corriente año. Entonces nadie podría confiar en que, unos socialistas recuperados, virados hacia la izquierda, no pudieran formar, con Podemos y el resto de la izquierda, un bloque capaz de poder acceder al poder.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, nos preocupa que, este gobierno en minoría del PP, deba hacer excesivas condiciones, de modo que, en definitiva, se vea obligado a aplicar propuestas distintas de las que la nación precisaría, sólo porque el gobierno se vería condicionado, en muchas ocasiones, a verse sometido a la voluntad mayoritaria de sus propios aliados, aunque no formasen parte del ejecutivo, pero sí tendrían la posibilidad de votar en contra de las medidas, en el Parlamento de la nación. Una situación que, a primera vista, resulta bastante preocupante.

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