Principal

Diario YA


 

Estudiar en el extranjero: una experiencia de crecimiento personal

A la hora de complementar o continuar los estudios, muchos piensan en los idiomas. Y comienzan los primeros pasos en la búsqueda de cuál es el mejor método para aprenderlos. Unos comienzan con cursos en línea o asistiendo a escuelas de su ciudad, así como también a intentar leer los primeros libros y revistas en el nuevo lenguaje que se quiere aprender, escuchar canciones es muy útil, y hasta encuentran series favoritas. Pero al momento de alcanzar un cierto nivel, la mejor propuesta es un año en el extranjero.

Tomar la decisión de dejar el hogar y los amigos no es fácil, pero con un plan de doce meses en una ciudad donde encontremos el idioma de mano de nativos, es un desafío que ampliará los horizontes futuros. Existen todo tipo de ofertas que invitan a jóvenes a completar sus estudios de bachiller, o completar sus estudios universitarios en países como Estado Unidos, Irlanda, Canadá, Alemania, Francia o Suiza.

Las empresas que ofrecen planes para realizar un año académico en el extranjero ofrecen asesoramiento para encontrar escuelas o universidades, así como también alojamiento y todo lo necesario para estar inmerso en una nueva cultura. De esta manera, la seguridad a la hora de embarcarse en esta aventura es aún mayor. Sólo hay que escoger el idioma que se quiere aprender y descubrir qué ciudades nos atraen, del resto se encargan los profesionales, seleccionando los mejores colegios e internados internacionales.

Explorar una nueva ciudad y aprender un idioma nuevo, es la mejor forma de aprender nuevas herramientas y preparar a sus hijos para el futuro mercado laboral, además de aprender sobre la historia, la cultura y disfrutar de la gastronomía de un país. Vivir lejos de casa, hace que los jóvenes alumnos aprendan nuevos valores, y sepan cómo gestionar situaciones que nunca antes han vivido.

Además, este tipo de experiencias brindan la posibilidad de conocer gente de todos los rincones del mundo, por lo que es asegurado, que después de esta experiencia se abrirá paso a nuevos amigos. Sin dejar de lado todas las anécdotas y todas las situaciones memorables que harán de esta estancia en el extranjero una vivencia inolvidable.

Pasar un año en el extranjero aprendiendo un nuevo idioma, conociendo una nueva ciudad, descubriendo una cultura y costumbres, se traducirá al momento de volver a casa, en un crecimiento personal que marcará la vida del alumno, además de convertirse en una oportunidad para abrir nuevas puertas para el futuro, tanto a nivel personal como profesional.