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Más de 15.000 policías y soldados blindan la ciudad para el juramento de Obama

Exhibición de seguridad en Washington

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Redacción Madrid. 20 de enero. Los servicios secretos de Estados Unidos han puesto en marcha un operativo de seguridad sin precedentes para la toma de posesión del presidente electo, Barack Obama, que se celebrará esta tarde en Washington y que incluirá a más de 15.000 policías.

   A los 4.000 agentes que integran la policía de Washington se sumarán los cuerpos policiales de otras ciudades cercanas, además de la presencia de 11.000 soldados de la Guardia Nacional, quienes ayudaran a patrullar las calles de la capital, y particularmente la Alameda Nacional.

   Para el general de las Fuerzas Aéreas, Victor Renuart, tal debate está fuera de toda cuestión. "Nuestra Fuerza de Respuesta Química estará en alerta. Emplearemos al Mando de Defensa Aeroespacial (NORAD) para incrementar la presencia de la defensa aérea en la zona", indicó. Renuart, máximo responsable del Mando Norte tras los atentados del 11-S, informó además de que helicópteros de combate y efectivos de los Marines estadounidenses estarán preparados para cualquier eventualidad.

   "Existe una Fuerza de Asalto Conjunta en la capital", declaró Renuart al magacine 'Time', "diseñada para aportar respuesta médica a gran escala en caso de que fuera necesario". Es decir, se trata de garantizar a toda costa la seguridad de los dos millones de estadounidenses que se congregarán en el National Mall de Washington para asistir a la toma de posesión de Obama.

   "Deberíamos estar preparados para responder en el caso de que sea necesaria la intervención del Departamento de Defensa, para un evento tan visible, tan importante y tan histórico", añadió.

   Los actos principales tendrán lugar en el Capitolio, adonde el presidente electo llegará junto a su familia en una nueva limusina presidencial blindada a prueba de bombas, que irá seguida de cerca por varias furgonetas con tecnología avanzada en la desactivación de los detonadores electrónicos.

   Sin duda, el momento más simbólico de la jornada será el Juramento y el Discurso de Inauguración, en las escalinatas del Capitolio, y para la ocasión Obama llevará un chaleco antibalas y estará protegido por un cristal blindado, según el portavoz de los servicios secretos, Malcolm Wiley.

   Los preparativos de seguridad comenzaron hace varios meses y las entidades policiales y de seguridad han preparado planes para proteger el espacio aéreo sobre la ciudad, el Capitolio, el paseo y la trayectoria del desfile a lo largo de Pennsylvania Avenue.

   El impresionante dispositivo de seguridad también protegerá el espacio aéreo de la ciudad, medio centenar de calles permanecerán cerradas o limitadas a vehículos oficiales, y todos los edificios situados a ambos lados del recorrido serán vigilados por agentes secretos.

   Además, se colocarán francotiradores en las azoteas y balcones a lo largo de la Avenida Pensilvania, donde se encuentra la Casa Blanca, y habrá centenares de cámaras de vigilancia para asegurarse de que todas las ventanas estén cerradas.

   De momento, los conductores de transporte público han lamentado el cordón de seguridad establecido en torno al hotel Hay-Adams, donde la familia Obama ha estado viviendo durante sus visitas a la capital. Al cerrar las calles adyacentes, las arterias de la capital se encuentran congestionadas.

   Y los virginianos se encuentran igual de indignados tras la orden del Servicio Secreto de cerrar los cinco puentes que enlazan Virginia con Washington D.C. por encima del río Potomac. "Están locos. Es seguridad con esteroides", calificó el congresista James Moran, en declaraciones recogidas por el 'Washington Post'.

 

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