Se escuchan continuamente afirmaciones sobre la salud bucal o los hábitos que se deben seguir para mejorar esta salud oral, en la mayoría éstos no se basan en ningún hecho científico ni han sido nunca corroborados por expertos. A continuación, comentaremos algunas de ellas y discutiremos sobre su veracidad.

Masticar un chicle en lugar de cepillarse los dientes.

Uno de los hechos más asiduamente realizados es el mascar un chicle y omitir de esta forma el cepillado tras una comida. Esto es claramente equívoco, con el chicle lo único que conseguiremos es eliminar momentáneamente el mal olor producido, en ningún caso el arrastre de las bacterias podrá conseguirse.

Si es cierto que si contiene ingredientes tales como el xilitol si puede ser una mejora para el diente, este producto ayuda a la remineralización de la capa más externa del esmalte, éste forma la superficie del diente en su corona. Ni que decir tiene que si el chicle contiene azúcar, no sólo no ayudará a la salud dental sino que la empeorará. De ningún modo el chicle puede sustituir a un cepillado dental.

Las amalgamas de plata son tóxicas.

Se habla mucho también acerca de la toxicidad de la amalgama de plata usada en boca para realizar empastes u obturaciones. Se ha hablado y escrito extensamente sobre su poder tóxico pero en ningún caso se han proporcionado investigaciones que lo demuestren. Si bien es cierto que puede producir alergia, como cualquier otro metal, como por ejemplo, el níquel, no es tóxico para aquellos que no padezcan esta alergia.

Existe en la actualidad una tendencia a renovar todos los antiguos empastes de amalgama de plata por contener mercurio para cambiarlos por los nuevos materiales, es una moda innecesaria porque si no existe ninguna rotura o desperfecto que pueda dañar la pieza dental, no es necesario su recambio por un material más moderno. Es cierto que los gases que se producen cuando se eliminan si pueden ser tóxicos al ser aspirados, por lo que sería más tóxica su remoción que mantenerlas en boca.

Siempre hay que quitarse las muelas de juicio.

Otro hecho destacable es la importancia nula que se les da a las conocidas como muelas de juicio. Por parte de los pacientes se tiende a querer extraerlas de manera indiscriminada, sin embargo estas piezas pueden ser usadas en la arcada en el mismo momento de erupción o en adelante. Por ejemplo, si se pierde una pieza que se encuentre anterior a una muela de juicio, esta última puede servir para ocupar parte del espacio generado o para servir de apoyo en un futuro para un aparato removible. Estas piezas no tienen por qué dar siempre problemas de caries o dolor, por lo que lo mejor es que el especialista decida sobre ellas.

Estos son algunos de los actos que se dan por afirmativos entre la mayoría de la población, pero existen muchos más. Existen más webs sobre salud como MásQueSalud donde puede encontrar otros muchos consejos sobre la Odontología en particular y sobre la salud en general, que le ayudarán en su bienestar. Si surge alguna duda sobre estos consejos lo mejor es despejar cualquiera de ellas consultándolas a nuestro dentista.