Daniel Ponce Alegre. Teólogo. La Iglesia en Georgia es de las comunidades cristianas más antiguas y tradicionales de toda la Cristiandad, junto con las de Armenia y Jerusalén. La Buena Nueva de Nuestro Señor Jesucristo, llegó a esta hermosa tierra y noble pueblo, descendientes del hijo pequeño de Noé, Jafet, por medio de los Apóstoles Andrés y Simón.

En el año 337, se van a cumplir ahora 1680 años, el reino de Iberia, región al este de la actual Georgia, adoptó finalmente la fe cristiana como religión nacional, siendo determinante la misión evangelizadora de Santa Nino de Capadocia; usando las palabras de San Pablo: " yo planté, Apolos regó, pero Dios lo hizo crecer ", podemos afirmar que los Apóstoles Andrés y Simón plantaron, Nino regó, pero Dios hizo crecer el Mensaje de su Hijo y Ungido Jesucristo.

Por el apostolado de Santa Nino se convirtió la reina Nana y el rey Mirian III el Grande de Iberia, ganándose al mismo tiempo el cariño de la población en la que ya había arraigado profundamente la Buena Nueva de Cristo Jesús. Hoy día Nino es muy venerada por los georgianos y la liturgia la ensalza próxima a los apóstoles. La Iglesia georgiana celebra su Fiesta el 14 de enero.

Con la aceptación del cristianismo, y por el profundo amor del pueblo a la Palabra de Dios, a pesar de ser recios y duros en apariencia, surgió muy pronto la necesidad de traducir la Biblia a su idioma para poder profundizar en sus tesoros espirituales y darla a conocer a todo el pueblo cristiano georgiano para fortalecer su fe en Jesucristo el Señor; a tal fin se desarrolló el alfabeto georgiano propio.

Como en otros lugares, la Iglesia de Cristo en Georgia fue crucial para la aparición de los primeros textos en georgiano, principalmente de espiritualidad cristiana, oración, exégesis bíblica y de Historia. Monjes, santos y eruditos han dado a Georgia sus monumentos milenarios.

En un primer momento la Iglesia en Georgia dependía del Patriarcado de Antioquía, pero en el 467 se convirtió en una Iglesia autocéfala, hecho que la protegió de los avatares históricos de la Iglesia y arraigó su profunda espiritualidad cristiana como pueblo, haciéndola inseparable de su concepto de nación y pueblo.

Tras el cisma de 1054 se mantuvo en la Ortodoxia Cristiana de los 7 primeros concilios ecuménicos. Teniendo presentes estos breves hechos históricos, podemos entender que el pasado mes de septiembre rechazara el documento sobre el Primado de Roma y la idea de ecumenismo de Francisco, que se remonta especialmente al Concilio Vaticano II, y que por desgracia está desnaturalizando a la Iglesia Católica Romana y a otras de rito oriental y ortodoxo.

Es una bendición para la Iglesia de Cristo, y para todos los cristianos, contar con el ejemplo de la Iglesia en Georgia y del pueblo georgiano en especial.

Pedimos desde este Diario que Nuestro Señor Jesucristo les siga bendiciendo a ellos y a toda su Iglesia que anhela la Vuelta de su Señor y Maestro, como recordamos especialmente ahora en Adviento, como Rey Eterno del Reino de Dios en el Cielo y sobre la Tierra. Amén. ( Dan 2. 44 ).