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Diario YA


 

Hogar, dulce hogar

Conseguir el hogar de nuestros sueños no es tarea fácil. Primero hay que encontrar el emplazamiento perfecto. ¿Dónde nos gustaría vivir? En una gran ciudad, bulliciosa y llena de vida y oferta cultural, en un pueblo de montaña, respirando aire puro y en pleno contacto con la naturaleza, cerca del mar, con un clima suave durante todo el año y con la posibilidad de practicar algún deporte acuático… Hay tantos lugares y estilos de vida como personas habitan el mundo.

Una vez elegido el enclave perfecto… ¿grande o pequeña? ¿Cómo sería nuestra casa ideal? Pues dependiendo del estilo de vida que queramos llevar, y nuestro poder adquisitivo, elegiremos un mini apartamento en la Quinta Avenida de Nueva York, un pazo gallego o un modesto pisito en algún pueblo del extrarradio o una casita en una aldea perdida.

Todas las opciones son válidas si al final conseguimos llamar a aquel lugar escogido hogar. Y para conquistar un espacio, independientemente de donde se encuentre, es mucho más que probable que tengamos que hacer una serie de reformas para adaptarlo a nuestra funcionalidad diaria y darle, como no, nuestro toque personal. Conquistando cada rincón

Una vez adquirida la vivienda, debemos darle nuestro carácter, impregnar cada estancia con un pedacito de nosotros mismos, dejando nuestra huella personal.

El salón: es para muchos el lugar más importante de la casa, donde se pasan muchas horas y donde se hace la vida en común, en caso de tener familia. Este factor será crucial a la hora de elegir vivienda, reformarla y decorarla. No es lo mismo vivir solo que en pareja o si, además, se tienen hijos. Siendo el hogar un lugar que se comparte con los demás miembros de la casa, habrá que buscar el equilibrio para que sea funcional y agradable para todos. Pero en cualquier caso, aunque se viva solo, el salón sigue siendo una estancia para vivir y compartir que dice mucho de nosotros mismos. Es el lugar donde celebrar encuentros, cenas con amigos o recibir visitas, esperadas o inesperadas. Es el espacio que nos representa. De ese modo, un salón lleno de libros nos da la idea de estar en la casa de una persona a la que le gusta leer, culta e inteligente, mientras una gran pantalla de plasma habla de alguien a quien le gusta pasar largas horas frente al televisor, a la que le gusta disfrutar de los partidos de fútbol con amigos en casa o un gran amante del cine, por poner un ejemplo. Es, sin duda, un espacio que cuidar y al que prestar especial atención.

La cocina: es un lugar dinámico, donde también pasaremos más o menos tiempo según nuestras dotes culinarias y el tiempo que podamos invertir en el arte de la cocina. No es lo mismo preparar una receta fácil, unas patatas a la riojana, que subir un poquito el nivel y buscar una Receta original de patatas a la riojana, que querer montar tu pequeño negocio casero de mermeladas, como la exquisita mermelada de melocotón o simplemente querer esta receta de mermelada de kiwi que te recomendó la vecina para conservar la fruta durante todo el año. Si queremos aprovechar nuestro talento culinario para tener un ingreso extra de dinero, aunque sea a nivel local, necesitaremos toda clase de dispositivos de cocina, como los útiles robots de cocina que se encuentran en kualuzz.com, por ejemplo.

El dormitorio: lugar sagrado, lugar para el merecido descanso. Ya sea compartido, o para uso individual, el dormitorio debe contar, al menos, con una buena cama y un buen colchón que nos garantice dormir las horas necesarias para levantarnos con las pilas recargadas para comenzar el nuevo día. La elección del tipo del colchón, de entre la amplia variedad que existen en el mercado, dependerá del gusto de cada cual y la firmeza óptima que necesita para dormir. En caso de ser compartido, una vez más deberemos buscar el equilibrio para que ambos puedan descansar. Las dimensiones también son muy importantes para sentirse cómodos.

El cuarto de baño: también para todos los gustos y bolsillos. Desde los más modestos, con su humilde, pero funcional, placa de ducha, pasando por aquellos que cuentan con bañera de hidromasaje, para relajarnos después de la jornada laboral, y hasta llegar a los más ostentosos que cuentan con jacuzzi.

¿Cuánto me va a costar?

Pue sí, hacernos con nuestro hogar a medida requiere un desembolso considerable de dinero. Lo primero a tener en cuenta es cuánto podemos gastar y a partir de ahí ajustarnos a ese presupuesto. También podemos pensar en maneras de ahorrarnos algo de dinero. Si somos manitas, podemos realizar pequeñas reformas y reparaciones nosotros mismos y sólo recurrir a los profesionales en las reformas de gran envergadura. También, estaría bien poder contar con familiares y amigos que nos echen una mano para ahorrarnos el máximo posible y dedicar el presupuesto a aquello que realmente no podemos hacer por nosotros mismos.

Y una vez que ya sabemos qué queremos hacer y cuánto podemos gastar, nos interesará saber cuánto vale reformar el cuarto de baño o cuánto vale reformar una cocina.

Para esto, tómate tu tiempo, pide varios presupuestos que se ajusten a lo que tú necesitas y tus preferencias y decídete no sólo por el más barato, sino el que te dé más confianza. No dudes en pedir referencias que te garanticen la calidad del acabado para no llevarte desagradables sorpresas después del dinero invertido.

Y para terminar, una de las cosas que debes tener en cuenta, es que, independientemente del uso que le vayas a dar, la mayor parte del presupuesto se te irá en reformar la cocina.

Aunque, evidentemente, el precio de reformar la cocina varía mucho en función de metros cuadrados, calidad de los materiales empleados y uso que se le vaya a dar, existen gastos intrínsecos tales como fontanería y electricidad, que habitualmente acompañan a toda reforma de esta estancia, por pequeña que sea. Lo mismo suele ocurrir con las reformas del cuarto de baño, pero tener el hogar soñado no tiene precio y seguro que encuentras el tuyo adaptándote a tus posibilidades. No olvides que el hogar lo hace uno cada día.