Principal

Diario YA


 

el lobby LGTB no admite que públicamente se disienta de sus dictados

Imponiendo su ideología

Enrique Parra Valenzuela El lobby gay sigue imponiendo su ideología. Ahora le ha tocado el turno a Alicia Rubio. Una profesora de instituto que no cree en la ideología de género y lo dice en público. Ha sacado al mercado un libro titulado «Cuando nos prohibieron ser mujeres…y os persiguieron por ser hombres». En él desarrolla una serie de argumentos contra la ideología de género. Pero el lobby LGTB no admite que públicamente se disienta de sus dictados y ha atacado con virulencia.

Han boicoteado varios actos de presentación de su libro y conferencias y ha sufrido escraches en su propio instituto. Pero no contentos con eso, ahora piden a la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, el cese inmediato de la profesora. Por otro lado, todos hemos podido presenciar en los últimos días el acoso al que ha sido sometida la asociación hazteoir.org. Su campaña consistía en pasear por varias ciudades un autobús con rótulos que venían a decir que los niños son niños y las niñas son niñas. Todo un delito. El lobby gay les ha boicoteado conferencias, quemado sus libros en la calle, insultado y golpeado violentamente el autobús.

Pero lo más grave es que los diversos gobiernos también han acosado a la asociación. La policía municipal de Madrid, fuera de su jurisdicción, secuestró el autobús sin ningún tipo de orden administrativa ni judicial. El juzgado de instrucción número 42 de Madrid no vio que hubiera delito en la campaña pero determinó seguir con el secuestro del autobús por si pudiera ofender a los que no estuviesen de acuerdo con la campaña.

En Cataluña, los integrantes de la asociación han sufrido ataques personales y en Pamplona han vuelto a golpear violentamente el autobús. El gobierno, en vez de tratar de acabar con estas agresiones, ha obligado a la asociación a quitar del autobús los mensajes rotulados e incluso su propio logotipo. En diciembre del año pasado, la Junta de Andalucía prohibió la difusión de la guía elaborada por esta asociación en la que alertaba a los padres y profesores sobre el intento de imposición de la dichosa ideología.

El año pasado, la Comunidad de Madrid multó a Carlos Martínez –director del colegio Juan Pablo II, de Alcorcón- por escribir una carta a los padres del colegio en la que criticaba la ley 3/2016 de la Comunidad de Madrid. Esta ley trata de imponer en todos los ámbitos de la sociedad madrileña, ya sean niños o mayores, la ideología LGTBI. Habría que recordar a toda esta gente de izquierda y a los de derecha que le siguen el juego, que la auténtica persecución verdaderamente brutal que han sufrido los homosexuales ocurrió durante el siglo XX y la perpetraron los comunistas, basándose en las ideas de Marx y Engels.

Durante el gran terror de Stalin, cientos de miles de homosexuales fueron enviados a los gulags, donde muchos de ellos fueron maltratados hasta la muerte. En 1934, Stalin añadió al código penal el artículo 122 condenando a los homosexuales con penas de hasta cinco años de prisión y ocho con agravantes. Durante los años 50 y 60, la persecución fue total en los países comunistas. Muchos homosexuales fueron incluidos en programas de «reeducación» que consistían en trabajos forzados, terapias de conversión, drogas psicotrópicas o encierro en hospitales psiquiátricos. Fueron perseguidos en todos los ámbitos sociales e incluso castrados y ejecutados.

Según Reinaldo Arenas -revolucionario cubano- con la llegada al gobierno de Fidel Castro, «comenzó la persecución y se abrieron campos de concentración [...] el acto sexual se convirtió en tabú, mientras que el "nuevo hombre" era proclamado y la masculinidad exaltada.» En la Alemania Oriental, la persecución llegó también a niveles de crueldad altísimos, aplicando un código penal que penalizaba duramente la homosexualidad.

Con la proclamación de la República Popular China por el Partido Comunista en 1949, tomó vigor allí la represión de la homosexualidad. Los homosexuales fueron condenados a severas penas de cárcel, a castración forzada, a penas de muerte, condenas al ostracismo y aplicación de programas sociales de matrimonios obligatorios. La izquierda de ahora junto con la derecha que sigue sus dictados y aquella izquierda antigua coinciden en una cosa: la imposición. Ahora es el momento de combatir estos proyectos de destrucción social. Quizá mañana sea tarde.

Os adjunto link con la denuncia que Rafael López-Diéguez, en calidad de Secretario General de Alternativa Española, presentó ante la fiscalía de Las Palmas por la ofensa que supuso para los creyentes católicos la representación de Borja Casillas, conocido como Drag Sethlas.

También os adjunto link para firmar un escrito dirigido a la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid en apoyo de Alicia Rubio.

 

http://www.diarioya.es/content/l%C3%B3pez-di%C3%A9guez-denuncia-ante-la-...

http://citizengo.org/hazteoir/pc/42445-profesora-ataque

Etiquetas:Enrique Parra Valenzuela