Juan Fernández. Parece que en el conflicto sirio haya ocurrido el esperado progreso. Las partes están dispuestas para las negociaciones en un amplio formato. Esta vez no solo los participantes de un enfrentamiento largo y sangriento quieren discutir las vías posibles de su solución, sino también los involucrados en el conflicto. Y lo van a hacer en una plataforma neutral y, por lo tanto, más apropiada, en la capital de Kazajstán, Astana.

Las negociaciones para la normalización del conflicto en Siria duran casi desde el inicio de este conflicto, hace ya tres años. Durante estos años fueron cambiados los formatos, plataformas del discurso y los participantes. Las reuniones en Lausana, la ronda de Vienna y el formato de Ginebra han sido celebrados. Fueron tres años de intentos fracasados en apagar el fuego de la guerra civil, cuyas victimas han sido más de 400.000 personas. Casi siete millones de sirios tuvieron que abandonar sus casas y convertirse en los refugiados.

Por supuesto, las cifras de la estadística no pueden expresar ni todo el dolor ni el horror de esa guerra, sin contar las vidas estropeadas, los pobres niños que se hicieron huérfanos, las madres inconsolables que perdieron a sus hijos. Para entender el alcance de la tragedia siria basta con la comparación entre las fotos de las ciudades del anteriormente próspero Oriente Medio y de las de hoy día. Ruinas y rescoldos. Se puede debatir mucho sobre quién tiene la culpa. Pero ¿es necesario? Ahora es más importante preguntarse ¿qué hay que hacer? Evidentemente todas las partes involucradas en el conflicto lo entienden.

Los representantes de las autoridades y oposición moderada siria, los delegados desde Rusia, Turquía, Irán, Arabia Saudí y Qatar han declarado su disposición a participar en las negociaciones. Su apoyo a la reunión en el plataforma en Astana lo han expresado desde los EE.UU, hasta China y la ONU. Cabe destacar que la iniciativa en este caso no pertenecía a Astana. El interés en la celebración de las negociaciones pacíficas en el territorio kazajo lo han expresado los presidentes de Rusia y Turquía en su conversación telefónica con Nursultan Nazarbayev. El líder kazajo en su respuesta declaró su disposición de conceder una plataforma y asegurar todas las condiciones necesarias para las negociaciones. Ahora ese tema se elabora a nivel de los ministerios de asuntos exteriores de dichos países.

¿Por qué Astana? Nadie lo pregunta, ya que nadie se sorprende por la selección de la ciudad. Kazajstán es neutral y absolutamente no comprometido, y no solo en el conflicto sirio. Eso es muy importante para todas las partes del conflicto. Además, Kazajstán ya ejercia de pacificador. Astana oficialmente jugaba un importante papel en la normalización de las relaciones entre Rusia y Turquía en un periodo drástico del conflicto entre los dos países por el avión ruso derrumbado. Kazajstán se ha convertido en un intermediario importante en la regulación del problema del programa iraní nuclear y varias veces manifestaba su disponibilidad para organizar una plataforma diplomática para las negociaciones para la normalización de la situación en Donbass. Teniendo en cuenta todos estos factores, los expertos esperan que las negociaciones sobre Siria en Astana serán más exitosas que las reuniones en formato de Ginebra que algunos políticos, sin tomarse la molestía en utilizar definiciones rudas, las llaman «inútiles». También cabe destacar que Astana presentó dos veces su territorio para la celebración de las negociaciones. En el presente el único documento aprobado por todas las partes interesadas en la normalización del conflicto sirio es la declaración de Astana.

Hay que admitir que aunque la fecha y momentos de la organización de esas negaciaciones todavía no ha sigo acordado, se espera mucho – la terminación del derramiento de sangre y el alcance del acuerdo entre las autoridades de Siria y aquella parte de la oposición con que hay sentido y posibilidad de encontrar la comprensión. Tanto para los primeros, como para los segundos, Kazajstán es un país prestigioso, un jugador ponderable en la arena internacional, por lo tanto hay esperanza de que el diálogo por fin será confidencial y eficiente.

Mientras tanto, algunos expertos creen que la ronda de las negociaciones en Astana puede protagonizar una papel crucial en el arreglo del conflicto. “Astana va a jugar una papel importante, aunque no la última en este conflicto. Este enfrentamiento tiene prolongación, por lo cual las negociaciones en Astana, por supuesto, van a tener mucha importancia, pero el conflicto no se puede arreglar por una sola reunión. Creo que hay que crear un plataforma permanente únicamente para ese problema”, - dijo el experto del Instituto de la historia estatal del Ministerio de Educación y Ciencias de Kazajstán Burkitbai Ayagan.

Será difícil llevarlo a cabo. Aunque es posible que en caso de éxito de la primera ronda de las negociaciones en un nuevo formato en Astana, Kazajstán podrá convertirse en la plataforma para el diálogo sirio en las condiciones cuando los demás formatos se hayan desacreditado.