Daniel Ponce Alegre. Teólogo y Antropólogo. A medida que leemos la Biblia, notamos maravillados que sus enseñanzas están enlazadas estrecha y sólidamente con la historia.
Los Mandamientos de Dios se dan a un pueblo histórico y Jahvé, Dios Padre, trata con hombres, familias y naciones de la vida real.
Los " eruditos " modernos que ponen en duda la veracidad e historicidad de la Biblia, y en especial del Antiguo Testamento o, con más exactitud, Antigua Alianza, pues es un Pacto, y no una Declaración de Voluntades, entre Jahvé ( no es erróneo usar como Nombre de Dios Jehová, más frecuente en países de influencia anglosajona ), nuestro Dios, con la Humanidad, ponen también en duda, con o sin intención, la importancia de su Mensaje y la procedencia divina de dicho Mensaje.
Si la Biblia es realmente la Palabra de Dios, entonces la historia que contiene debe ser digna de confianza y no tener simplemente leyendas y mitos.
¿ Existen razones sólidas para desafiar la veracidad histórica de la Biblia, en especial de la Antigua Alianza ?.
Según el libro de Daniel, en el capítulo 5, el último gobernante de Babilonia antes de su caída en manos de los persas se llamó Belsasar. Puesto que fuera de la Biblia no había ninguna mención de Belsasar, se levantó la acusación de que la Biblia estaba equivocada y que aquel hombre nunca había existido. Pero durante el siglo XIX se descubrieron en unas ruinas del sur de Irak ( no es casual que esta región sea saqueada y sus vestigios arqueológicos arrasados por islamistas, y por otros desde occidente, para borrar la verdad histórica bíblica, y con ella la verdad judeocristiana ) varios cilindros pequeños con inscripciones en grafía cuneiforme. Se halló que contenían una oración por la salud del hijo mayor de Nabonido, el rey de Babilonia. ¿ Cómo se llamaba este hijo ?. Belsasar.
¡Así que había existido un Belsasar !. Pero, ¿ era rey de Babilonia cuando ésta cayó ?. La mayoría de los documentos que se hallaron más tarde en la misma región que ahora es inhabitable por el islamismo lo llamaban el hijo del rey, el príncipe heredero. Pero un documento cuneiforme descrito como el " Relato en versículos de Nabonido " arrojó más luz sobre la verdadera posición que ocupaba Belsasar. Informó: " Nabonido confió el Campamento a su mayor, el primogénito, y ordenó que estuvieran bajo su las tropas de todas partes del país. Lo cedió, confió el reinado a él ".
De modo que a Belsasar se le encargó el reinado. ¡ Para todos fines, eso le hacía rey !. Es interesante resaltar en este punto que por la estatua de un gobernante antiguo hallada en el norte de Siria, por cierto también esta región es inhabitable ahora por el islamismo, en los años setenta, quedó claro que no era desconocido el que se llamara rey a un gobernante cuando en realidad tenía un título de menos categoría. La estatua era de un gobernante de Gozán y estaba inscrita en asirio y arameo, lenguas por cierto que he tenido la oportunidad de estudiar muy brevemente en la excelente Escuela de Lenguas Bíblicas y Orientales Valentina de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer, junto con el acadio, lengua mayoritaria del libro de Daniel pues es una lengua semítica de influencia babilónica. La inscripción asiria llamaba a aquel hombre " gobernador de Gozán " pero la aramea paralela lo llamaba " rey ". Por esto no sorprendería, ni carecía de precedentes, el que se llamara a Belsasar príncipe heredero en las inscripciones babilónicas oficiales, mientras que Daniel lo llamó rey.
La relación entre Belsasar y su padre, Nabonido, explica por qué durante aquel último banquete en Babilonia, y que está descrito en el mismo capítulo 5 del libro de Daniel, Belsasar dijo que haría a Daniel el " tercer gobernante del reino ". Puesto que Nabonido era el primer gobernante, Belsasar mismo era el segundo gobernante de Babilonia.
Otro ejemplo de la veracidad histórica del Antiguo Pacto o Alianza es el descrito en el 1 libro de los Reyes 4: 20 " Judá e Israel eran muchos, como los granos de arena están junto al mar por su multitud, y comían y bebían y se regocijaban ". En apoyo de esta declaración bíblica, atribuida al propio rey Salomón, leemos en la especializada publicación Holy Land: " La evidencia arqueológica revela que hubo una explosión demográfica en Juda ( es interesante notar que no dice en Palestina, tierra de filisteos, que jamás estuvieron organizados políticamente sino en diversas tribus inconexas, no así las 12 tribus de Israel ) durante el siglo X antes de JC, tiempos en que gobernaron el rey David y su hijo el rey Salomón ".
Los ejemplos son muy variados, y todos ellos nos llevan a un sólo fin: El Antiguo Testamento, Pacto o Alianza, que también es conocido como Biblia Hebrea, es Veraz históricamente y confiable como Palabra de Dios, lo cual no quiere decir, dicho sea de paso, que sea coincidente siempre con la arqueología, que como ciencia de apoyo histórico no es ciencia exacta sino ciencia humana.
En esta serie de artículos, que inicié gracias a Dios y a la Dirección del Diario YA, hace ya un año sobre Enseñanza Bíblica, voy a iniciar a partir de ahora la senda concreta de la exégesis y enseñanzas de los Profetas, los Reyes y la Ley, pues no sólo son como dijo San Pablo de toda la Escritura " inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar y para disciplinar en justicia ", sino que son la fuerza profética, real y jurídica que necesitamos hoy en estos " tiempos críticos y difíciles de manejar ", de este tiempo del fin en el que nos encontramos, hasta que nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, vuelva para destruir definitivamente este mundo, tal y como hizo con Babilonia, antes con Egipto y Asiria, y después con Persia, Grecia y Roma como el propio Profeta Daniel describió y se cumplió con exactitud. Amén.