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Diario YA


 

La esquizofrenia del separatista medio

Javier Navascués. Una gran mayoría de separatistas son muy incoherentes con su relación con España y con todo lo español. Dicen querer separarse del país opresor, pero les encanta viajar por el territorio español. Hacen el Camino de Santiago, conocen todas las playas de Canarias, se van a Sevilla en Semana Santa, visitan a la Pilarica en Zaragoza, disfrutan de los grandes museos de Madrid y de las mariscadas en Galicia…y así con toda la geografía nacional. Cuando van al extranjero se juntan con los turistas españoles.

A la hora de comer antes que el jamón del “país”, prefieren un ibérico de Salamanca. Les encanta la tortilla española, el vino de Rioja etc. ¿Se acuerdan hace unos años las avalanchas que provocó en el Camp Nou el gazpacho andaluz ofrecido por Juan Laporta?

Les encanta sentirse moralmente superiores a la cultura popular española, pero conocen al dedillo todos los programas de televisión basura y las “hazañas” del famoseo de la prensa rosa más cañí. Hace unos años era común que todos los chavales, incluso los más separatistas, imitasen a Chiquito de la Calzada, a Jesulín de Ubrique o a José María García. ¡Ojo al dato!

TV3%, medio absolutamente sectario separatista, suele entrevistar cuando le conviene a los cantantes y actores españoles más castizos como Rafael, Carmen Sevilla, Concha Velasco… Dicen odiar la fiesta nacional de los toros, pero su lenguaje está lleno de metáforas taurinas como se ve en la prensa catalana subvencionada (rematar la faena, dar la puntilla, ver los toros desde la barrera, cambio de tercio etc).

Odian el castellano y lo quieren erradicar de las aulas, pero presumen del glamureo del Premio Planeta y de tener en Barcelona el mayor número de editoriales en español. También prefieren leer la prensa en español y ver las películas en castellano como se quejaban amargamente los ideólogos separatistas más radicales.

 Los catalanes cultos, salvo que sean muy sectarios, no pueden ignorar la grandeza de la Historia  de España (Reyes Católicos, Imperio de Carlos V, Felipe II…) y de su cultura universal (Cervantes, Velásquez, Goya…). Por eso los separatistas más patéticos y recalcitrantes intentan convencernos de chorradas tan absurdas como que Colón y Cervantes era catalanes. Incluso en su delirio llegan a decir que Santa Teresa de Ávila era catalana.

 Hablan mucho de la grandeza del Barça, pero están obsesionados con el Real Madrid y no pueden vivir sin pensar en su eterno rival. Odian a España pero quieren jugar la Liga Española que da prestigio y un suculento reparto televisivo. ¿Se imaginan una Liga Catalana con el Sabadell, el Manresa o el Lloret? La Copa Catalana no tiene interés mediático ni eco popular.

 Las televisiones españolas están llenas de periodistas y actores catalanes. Los mismos actores que en TV3% son muy radicales se van a Madrid a la primera que les sale un contrato, aunque sea en las series de la Historia de España. Algunos actores separatistas hacen ejercicios de dicción para suavizar el acento catalán y tener más chance en la “opresora” meseta.

 

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