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Diario YA


 

La cruenta ley del hijo único en China obliga a las mujeres a abortar si no pueden pagar la multa

La foto de una madre china con su bebé abortado a la fuerza despierta el escándalo internacional

La Lupa del Ya.   Mucho se había oído hablar de la abusiva y represiva política de control de natalidad consistente en la implantación del hijo único en China a finales de los años 70’, pero recientemente ha saltado la voz de alarma internacional cuando se ha publicado en las redes sociales la foto de Feng Jianmei, una joven china que aparece atada en la cama, inconsciente  y con el cadáver de su hijo al lado, un bebé abortado a la fuerza a los siete meses de embarazo. La imagen es escalofriante.

Los hechos han tenido lugar en la provincia de Shaanxi, en el norte de China, donde las autoridades ya están estudiando el caso, si bien se sabe que fue la policía la que se llevó a la fuerza a Feng Jianmei, porque no podía pagar dentro del plazo fijado 40.000 yuanes (6.200 dólares) como sanción impuesta por el Gobierno por la osadía  de tener más de un hijo. 
 
La ley de control de natalidad implantada en China, incluye abortos y esterilizaciones forzosas. Pero, los que consiguen violar esta ley teniendo más de un hijo, sufren consecuencias laborales y sociales. Con la única excepción de las privilegiadas parejas que viven en ciudades, que pueden tener un segundo hijo si los padres son hijos únicos.
 
Según ha relatado el esposo de Feng y padre de la criatura que han asesinado, golpearon a la madre y le aplicaron a su bebé directamente sobre su cabecita una inyección letal mientras la madre permanecía atada sin poder hacer nada. 
 
Desgraciadamente, no es la primera vez que pasa lo que le ha sucedido a Feng. Lo que marca la diferencia, es que esta vez, su esposo lo ha dado a conocer al mundo publicando la foto de su hijo muerto en una popular red social china, que pasó luego a Facebook y Twitter.
 
Se ha convertido de esta forma en un tema internacional. Carlos Polo, director para América Latina del Population Research Institute, considera que mostrar los abusos que están sucediendo en China "es el primer paso de su erradicación".
 
"Desde la primera visita de nuestro Presidente Steve Mosher a China en 1979, el PRI ha enviado varios equipos de investigación sobre la aplicación de la política de un solo hijo. En el 2009, PRI envió un equipo de investigación de campo a seis condados donde el Fondo de Población de la ONU ayudaba a China a aplicar esta política. La evidencia de multas impagables como en este caso, represalias contra familiares, persecuciones, abortos tardíos forzados de niños a poco de nacer, etc. se entregaron a funcionarios en Washington y otras capitales con la recomendación de detener el financiamiento de esa organización de control poblacional. Nuestro trabajo ha permitido que se le recorten cientos de millones de dólares que lamentablemente el gobierno de Obama le ha devuelto".
 
Se trata de un escándalo internacional por unos hechos extraordinariamente crueles que han levantado afortunadamente una campaña de críticas tan numerosas que han obligado a que el gobierno chino emita una disculpa. Según un comunicado oficial recogido por Ap, un funcionario de la municipalidad de Ankang, donde vive Feng y su marido, Du Shouping, les visitó en el hospital. "He venido en representación del gobierno municipal para visitarlos y expresarles nuestras sinceras disculpas. Espero obtener su comprensión", les dijo.  
 
El Gobierno ha decidido castigar a los funcionarios, según informa la agencia oficial Xinhua. Tres funcionarios han sido destituidos: dos del departamento de Planificación Familiar y uno de la Municipalidad, por incumplir las leyes del país que prohíben expresamente los abortos de fetos de más de seis meses de gestación. Como defensa, los detenidos alegan que el aborto se produjo con el consentimiento de la progenitora, que ya tenía una hija de cinco años y por ese motivo fue detenida tres días antes de los hechos, firmando al poco tiempo un documento de consentimiento del aborto perpetrado al no poder pagar la elevada multa impuesta por incumplir la política de un solo hijo.
 
El caso de Feng demuestra que esta práctica, aunque es ilegal, sigue existiendo.
 
"Lo que las autoridades hicieron (...) representa una grave violación de políticas nacionales y provinciales y las leyes sobre población y planificación familiar", citó la agencia oficial de noticias Xinhua a la comisión provincial de planificación familiar.
 
Los hechos que argumentan los funcionarios en su defensa están siendo investigados y tienen que ser contrastados, por lo que Feng ha necesitado un abogado que la represente, Zhang Kai, quien ha manifestado a la agencia Reuters por teléfono que no se le dio permiso para entrar en el hospital para verla.
 
"Según lo que tenemos entendido, fue obligada a dar su firma", dijo Zhang, y añadió que estaba hablando con la familia por un posible caso legal contra el gobierno.
 
"Esto es un delito, y deben ser considerados responsables penalmente. El segundo objetivo es asegurarse de que la parte implicada recibe una compensación relevante", agregó.
 
Sin embargo, más que limitarse a investigar qué es lo que pasó realmente, la comunidad internacional debería presionar al Gobierno Chino para que erradique completamente esta cruenta ley de control de natalidad nacida en 1979. ¿Puede haber una compensación económica que le haga olvidar a Feng, como a las muchas mujeres que hayan vivido esta traumática experiencia? ¿Alguien puede compensarles realmente por la brutal muerte de sus hijos?

 

Etiquetas:Escándalo internacional por la abusiva política de natalidad China