Cuando una persona está interesada en comprar un bien inmueble, desea conocer todos los aspectos legales que guardan relación con esa transacción. Razón por la cual, debe pedir una nota simple en el Registro de la Propiedad.
Una nota simple registral es un documento que refleja la situación en la que se encuentra una finca inmobiliaria. En este documento se describe y ubica la propiedad, indicando quiénes son sus propietarios, si cuenta con alguna carga, y cualquier otro tipo de aviso. Este probablemente sea el documento más completo que se puede adquirir cuando se desea realizar una consulta sobre un inmueble.

¿Para qué sirve una nota simple?
La nota simple contiene toda la información que guarda relación con el inmueble. En el documento se identifica el tipo de finca que constituye en inmueble del que se solicita información, esto es, si se trata de un solar, de una casa, etc. Se señalan también los metros cuadrados, y de ellos, cuántos lindan respecto a los cuatro puntos cardinales. Dichos datos se ubican en una localidad y calle en concreto.
Junto a todos los datos anteriores, en el documento figurarán los usos que tiene la finca, siempre en función del plan general de ordenación urbana del municipio donde se encuentre la misma. En caso de que esa vivienda formase parte de una comunidad de propietarios, se señalará también el coeficiente de participación de cada uno de ellos. Un aspecto que pone de manifiesto la importancia del voto de cada uno de ellos a la hora de tomar una decisión en una reunión de la comunidad, y cuál es el gasto que cada uno tiene que realizar cuando se aprueba una derrama.

Cómo solicitar una nota simple
Las notas simples se pueden solicitar a través de un registro online, y en ellas figuran también una serie de números que conforman una clave única mediante la cual se identifica el inmueble. Si se trata de una finca urbana, estas cuentan también con una referencia catastral básica, la cual sirve por ejemplo a la hora de hacer la declaración de la renta.
Del mismo modo, este documento designa quién es el propietario o propietarios de la finca en la actualidad, figurando en ella el número de identificación fiscal. También se refleja si el inmueble se ha comprado como bien privativo, es decir, solo de una persona, o ganancial, que es la forma más común cuando se trata de un matrimonio que compra la vivienda como residencia familiar. Eso sí, si la finca es un bien ganancial, no tiene por qué aparecer también el nombre del cónyuge del titular.

Finalmente, la nota aclara cómo se ha obtenido el grado de propietario de dicha finca, es decir, a través de una compraventa, una herencia, etc. Dicha información puede ser de mucho interés, ya que ofrece información acerca de la persona que suscribió el documento, así como sobre quién y cuándo se emitió la escritura de propiedad del inmueble. El profesional encargado de este proceso suele ser el notario, aunque no tiene por qué ser así necesariamente.