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Diario YA


 

La rebelión de palabras pendientes: poemario para no renegar del desamor

Anna Ruiz Mitjana nos describe el amor y el desamor, desde la ventana de momentos dispares que ella ha vivido y con los que muchos van a sentirse identificados. El libro se convierte en un bálsamo que proporciona calma y serenidad.
 
Describir el amor como un conjunto de emociones maravillosas que nos pueden llevar a la felicidad absoluta pero que también puede hacernos llegar a la más profunda tristeza, y abrir una ventana para sacar a la luz todos esos episodios dispares que le han sucedido, fue lo que motivó a Anna Ruiz Mitjana a escribir La rebelión de las palabras pendientes.
 
La Editorial Vive Libro Collección Poesía una vez más apuesta por propuestas de jóvenes escritores que tienen mucho que aportar en este género, que atrae multitudes porque es una forma de describir los sentimientos, poniendo palabras a ese volcán de emociones que sentimos y que a veces no sabemos cómo definir, y mucho menos superar.

Lo que nos trae el libro
Anna ha señalado que en su poesía presenta el amor como algo que nos hace felices pero que a la vez nos va a generar tristezas, porque esa es una realidad. Para ella el amor verdadero tiene fecha de caducidad, luego vienen cosas fabulosas, incluidos nuevos amores.

Cree férreamente en la necesidad de escribir sobre el desamor porque el amor es de por sí reconfortante, pero para reconfortarnos tras un desamor debemos buscar otras vías, la poesía es una de ellas.

Para la autora, la motivación para escribir poesía es la de gestionar emociones, drenar todas aquellas cosas que le han dolido para así reconciliarse con todos esos episodios. Escribió Anna Ruíz Mitjana, La rebelión de las palabras pendientes, de hecho sin darse cuenta, en muchos momentos dispares de su vida; tras la pérdida de un ser querido, después de una ruptura o recibir una mala noticia, de enamorarse y luego caer en la gris rutina de una relación.
 
En cuanto al título de la obra, éste se presenta con una palabra poderosa que en sí misma representa fuerza, rebelión. Lo de “palabras pendientes” viene dado, según ha expresado la autora, porque la mayoría de los poemas no son leídos por las personas a las que fueron dedicados.
 
Quien lea La rebelión de las palabras pendientes va a adentrarse en relatos de emociones variopintas, algunas historias reales, con las cuales se va a sentir identificado. Es una manera de entender el amor cuando se termina, comprender que hay que resignarse y no renegar, ayuda a ver que el desamor, una situación dolorosa sin duda, puede superarse.

Pasión de toda la vida
La inclinación por la poesía de esta joven escritora deriva de su pasión por la narrativa desde niña, sus padres le inculcaron el amor por la lectura, ya que en su casa siempre hubo gran variedad de libros. Es farmacéutica, y con la poesía busca evadirse de su forma de vida racional, para adentrarse en lo emocional y creativo.
 
Un referentes poético de Anna es Elvira Sastre, una afinidad que le viene dada por ser contemporáneas, también tiene influencias de Luis Alberto de Cuenca, Marwan y de Roy Galán quién, aunque no se dedica a la poesía propiamente, se inclina por la prosa poética, sin descartar a autores clásicos como Mario Benedetti, Antonio Machado y Jorge Luis Borges.
 
El prólogo de La rebelión de las palabras pendientes fue escrito por Dani Orviz, quien aparte de poeta, es actor, comunicador, perfomer y vídeo-artista, campeón europeo en 2012 del concurso de poesía interpretada Poetry Slam, celebrado en París, tras hacerse acreedor del campeonato nacional de ese año.

Por cierto, fue en una edición de Poetry Slam que Anna Ruiz conoció a Orviz a quién describe como un gran intérprete, autor de una poesía que es directa y arrolladora.