¿Eres capaz de razonar más allá de lo que ven tus ojos? ¿Cómo puede existir algo que no ves? es complicado de entender, pero sin duda el factor suerte influye en nuestras vidas, y nosotros deberíamos ser capaces de poder manipularlo. Sin duda alguna, y por mucho que gran cantidad de personas no acepten la suerte como un factor si quiera real en la vida cotidiana de cada uno, y que es el esfuerzo y las acciones de uno mismo aquellas que marcan el camino y tu destino, es evidente que la suerte no solo existe, sino que juega un factor clave en nuestras vidas.

Es evidente que son nuestros propios actos los encargados de marcar las pautas y los hechos en nuestra vida, pero también es igual de cierto que (por suerte) no estamos solos en este mundo, y por ello, hay muchas más personas las cuáles también toman sus propias decisiones. Y es entonces, cuando a veces, y solo a veces, nos percatamos de lo mucho que realmente dichas decisiones nos condicionan a nosotros y nuestra propia vida en sí misma: que nos contraten en un trabajo, o que nos despidan, que compremos un boleto de lotería en una de las mejores loterías del mundo y que no toque, y que en cambio sí lo haga en la de tu barrio... los números que salen en dicho juego son una tómbola, pero no dejan de ser un acto colateral después de que una persona los haya sacudido y removido bien.

La aleatoriedad es un elemento clave en el desarrollo de la vida a nuestro alrededor, por lo que es totalmente viable que exista la suerte.

El factor aleatorio es real, existe, y está entre nosotros. Y aunque solo conforme un porcentaje muy bajo de todo lo demás (actos, hechos, emociones, etc) Todo ello cuenta en el día a día, motivo por el cual no debemos subestimar el hecho del "factor suerte" a la hora de conseguir según qué tipo de cosas. Y es que, evidentemente, el destino no va a tejer sus hilos de forma que todo te salga siempre bien ni la vida te sonría, eso es una imagen demasiado romántica de la misma, pero sí que es posible que fruto de muchas casualidades, tú consigas tus metas por medio de otros, de algo aleatorio, que no te concierne ni para lo que tuvistes que actuar: tu compras el boleto en una de las mejores loterías del mundo, pero realmente no tienes ni idea de qué número saldrá: ni tu ni nadie, ya que hasta que no llega ese preciso instante cuando el sorteo da comienzo, todo puede ser posible: una gran cantidad de variables y posibilidades que se dan (o no) en función de un factor "sorpresa" si queremos llamarlo así, el cual es totalmente aleatorio, y que no se puede predecir. Al menos no por la mente humana.

Quizá sea por este mismo motivo que nos es tan complicado poder comprender el significado y la implementación de la suerte en nuestra vida, por lo que las propias limitaciones de nuestra mente estarían jugando en nuestra contra intentando evitar el razonamiento más puro y lógico: si existe la aleatoriedad, es que también existe la suerte, ya que si lo piensas, en realidad son dos palabras con un significado casi sinónimo.