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Diario YA


 

El Aniversario de Isabel La Católica, Festividad de Cristo Rey e inicio del Adviento, ha sido el día escogido.

Las relaciones de Franco con el Episcopado Español y con la Sede Apostólica Romana

Daniel Ponce Alegre.

En el año 1993, año en que inicié servicio para la Sede Apostólica, siendo ya Arzobispo de Valencia mi querido maestro D. Agustín García - Gasco y Vicente, el Muy Ilustre Sr. D. Joaquín Mestre Palacio, Canónigo de la Catedral de Valencia y durante 25 años Secretario Particular de Mons. D. Marcelino Olaechea, primero Obispo de Pamplona y luego Arzobispo de Valencia, publicó, con el total respaldo y apoyo del Arzobispado de Valencia y de la Santa Sede, un excepcional libro en el que relataba entre muchas otros sucesos históricos, las relaciones de Franco con el Episcopado Español y con la Sede Apostólica Romana, y su vida como hijo de la Iglesia Católica y fiel seguidor de Jesucristo.
En el libro aparecían datos inéditos, sumamente apreciables, que corroboraban el elevado espíritu, del hijo de la Iglesia de D. Francisco Franco Bahamonde, insigne Caudillo de España y Caballero de la Pontificia Orden de Cristo, lo que le convertían literal y verdaderamente en Cruzado de la Iglesia Católica, que se refería a la Guerra en España como Cruzada.
Era sabido que el Caudillo buscaba siempre estar asesorado por los mejores, rasgo muy característico de su formación elevada como Oficial del Ejército Español y de sus cualidades para el Liderazgo, y en lo que tocaba a los asuntos relativos a la Iglesia aplicaba el mismo criterio.
El día en que Mons. D. Marcelino Olaechea, ya Arzobispo de Valencia, se enteró que había sido propuesto por Franco como Procurador en Cortes, se dirigió inmediatamente junto con su Secretario a El Pardo y Franco le recibió en Audiencia Particular en seguida:
 " Excelencia, creo que se ha equivocado al designarme Procurador en Cortes; porque yo no soy franquista, ni dejo de serlo; no soy falangista, ni dejo de serlo; no soy tradicionalista, ni dejo de serlo. Sólo soy obispo, pastor en nombre de Jesucristo de la grey que el Papa me ha confiado y nada más ".
Y Franco le contestó:
" ¿ Cree, señor Arzobispo que si yo buscara un obispo político, hubiese escogido a V.E. ?. Le he escogido precisamente porque le sé apolítico, porque quiero tener a mi lado en V.E. sólo el hombre de Dios, al hombre de Iglesia, al que en cada caso nos diga cómo quiere ella que sigamos caminando hacia adelante y hacia arriba ".
Al acabar la Audiencia con el Caudillo, D. Marcelino y su Secretario Particular volaron para Roma para rogar al sucesor de Pedro, el Papa Pío XII, que le diera consejo sobre qué debía hacer en tal situación y cómo responder a Franco. En ese momento no respondió, el Papa llevó el tema a la Oración y al Sagrario, y reflexionó sobre la cuestión durante 8 días, tras los cuales le dijo por teléfono a D. Marcelino:
" Mire, señor Arzobispo, Vd. haga lo que considere mejor, el Papa nada le impone en este asunto. Pero si yo estuviese en el caso de Vd., sí que aceptaría en el acto. ¡ Dios nuestro Señor quisiera que tuviésemos en Italia semejante oportunidad de repetir el Evangelio y las Enseñanzas que de él se derivan, en medio de nuestros gobernantes, a la hora de tomar decisiones ! ".
No tienen ningún desperdicio las actuaciones de sabio y prudente D. Marcelino Olaechea, del inolvidable Papa Pío XII con su visión clarividente y apostólica de tales cargos en España y del propio Franco, con su criterio siempre sobrenatural, sujeto a las pautas y tiempos de la Iglesia como fiel hijo de ella.
Los obispos que actuaron en las Cortes escogidos por Franco, actuaron con gran sabiduría y prudencia en los diferentes temas que se planteaban durante el Gobierno de Franco, como lo demuestran las Actas. Hay voces perversas y farisaicas que tratan de ennegrecer este periodo tan esplendoroso. La verdad es otra y no quieren verla.
Como conclusión recuerdo las palabras que D. Marcelino siendo entonces Obispo de Pamplona pronunció el 23 de agosto de 1936:
" ¡ La que se está librando no es una guerra; es una Cruzada, y la Iglesia no puede por menos de poner cuanto tiene en favor de los cruzados ! ".
Este es un gran revulsivo en el presente para iniciar por parte de la Iglesia, que formamos clérigos y laicos, esta Santa Batalla Espiritual contra el Mal y a favor de Jesucristo, ya sea que este Mal se vista de Comunismo, Socialismo Materialista, Capitalismo, Nacionalismo u otras manifestaciones Masónicas.
Y como digo en el titular: ¡ Qué mejor momento de inicio que cuando se está estudiando la Canonización de la Reina Isabel La Católica e iniciamos el Tiempo Litúrgico del Adviento, tras la Fiesta Solemne de Cristo Rey !.