Daniel Ponce Alegre.

Teólogo. Cofundador de la Red Iberoamericana de Estudio de Sectas.

Las palabras que introducen este artículo las he llegado a hacer mías después de más de 20 años dedicado al análisis de las sectas llamadas " cristianas ", en especial las de corte orientalista, esotérico y gnóstico, así como al estudio de la Secta Masónica, en especial las de acción sociopolítica de motivación judeomasónica y comunista.

Ahora bien, dichas palabras no son originariamente mías sino que las oí por primera vez cuando tenía 17 años, y en muchas ocasiones las pronunció mi maestro, el P. Vicente Sastre, Sj, que despertó en mí el interés y preocupación por el estudio y conocimiento de las sectas como entes que anulan al ser humano libre e hijo de Dios y que pervierten el Orden Social y la Seguridad Nacional.

Estas mismas palabras han sido recurrentes en mi mente durante todo este pasado verano por los acontecimientos mediáticos que supusieron:

La liberación de la joven alicantina Patricia Aguilar que se encontraba en el Perú como parte de una secta gnóstica y esotérica en la que el líder la apartó de los que la amaban y la dejó embarazada.

La desarticulación de una red de prostitución y venta de mujeres nigerianas que eran intimidadas por sus debilidades y necesidades físicas y espirituales haciendo uso, los líderes, de prácticas de vudú y magia negra que las hacía tener una dependencia psicológica total.

Sin embargo, la situación en todo el Levante, y en España en general ( incluyendo a nuestros hermanos portugueses ) ha empeorado mucho más que lo descrito en los puntos anteriores pues mientras que en las últimas décadas la presencia de sectas giraba en torno a pequeños grupos con la figura de un " líder " de intelecto mediocre y psicología enfermiza y llena de carencias, con fines económicos " de pegarse la buena vida yendo a restaurantes, viajando y teniendo el último modelo de utensilio de tecnología ", ahora el componente geopolítico es un elemento de la máxima relevancia y utilidad para la utilización de determinadas sectas por ejemplo nacionalistas ucranianas o georgianas contra los intereses rusos e incluso en contra de los intereses de aquellos países que las acogen pues buscan la subversión y crear una mala imagen del país al que pertenecían, y al mismo tiempo servir los intereses del que les paga, generalmente en dólares.

Por este motivo, por ejemplo, el Tribunal Supremo de Rusia ha prohibido la labor de las sectas judeomasónicas y

angloamericanas de los Testigos de Jehová, de la llamada Iglesia de la Cienciología y de las asociaciones culturales y " por la paz para una Nueva Era " del empresario judío George Soros que bajo el paraguas de la Open Society Fundation dañan el Orden Social promoviendo las divisiones, la Seguridad Ciudadana mediante el independentismo y el nacionalismo y la Defensa Nacional adquiriendo propiedades estratégicas como zonas portuarias, hoteleras y tecnológicas de defensa.

Como conclusión, recordar lo que la Estrategia de Seguridad Nacional 2018 nos dice:

" la labor de grupos subversivos al servicio de intereses extranjeros y de grupos de presión, así como la labor de servicios de información extranjeros que buscan sus intereses en contra de los de España ha aumentado en los últimos años ".

En el próximo artículo, Dios mediante, profundizaré más en esta cuestión de Seguridad Nacional que merece un artículo específico al respecto, ahora simplemente tengamos en mente que el principal daño que hacen las sectas masónicas especialmente, y con un método de control comunista, es la pérdida de libertad, que podamos recibir el amor de los que realmente nos aman y que seamos merecedores de la Vida que sólo procede de Jesucristo pues:

" si un ciego guía a otro ciego los dos irán al hoyo de la destrucción ".