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Diario YA


 

En su juventud fue un activista estudiantil que se afilió al Partido Comunista

Lo que dijo Ramón Tamames

José Mª García de Tuñón Aza. En su juventud fue un activista estudiantil que se afilió al Partido Comunista en los años 50 donde llegó a ser miembro de su Comité Ejecutivo. Establecida la democracia en España fue diputado al congreso en los periodos 1977-1982 y 1986-1989, habiendo contribuido a los trabajos de la Constitución Española de 1978 que más tarde explicaría en un libro el contenido y el significado de la misma. Abandonó el PCE en mayo de 1981 para fundar en 1984 la Federación Progresista, con la cual participó en la creación de Izquierda Unida. En 1987 la FP abandonó IU y en 1989, siendo aún diputado, abandona la dirección de ese partido e ingresa en el CDS y ahora se mueve en posiciones que algunos consideran más a la derecha,, aunque ha abandona la política activa.
Recientemente este catedrático, que lo fue de Estructura Económica, ha presentado su último libro Más que unas memorias donde pasa revista a distintos sucesos de su vida privada y pública que tienen mucho que ver con los acontecimientos más o menos recientes de nuestra Patria. Por todo ello, este insigne economista ha sido noticia en muchos medios que lo han llamado para que hablara de su libro. En una de las entrevista que le hicieron en un canal de televisión dijo que se había afiliado al Partido Comunista porque reciente la guerra civil los que tenían sentimientos republicanos, como él los tenía, creyeron que los que mejor se habían portado defendiendo a la República habían sido los comunistas. Esto fue, al parecer, la causa principal de hacerse marxista. Pero Tamames no dijo a qué República se refería, es decir, a qué Republica habían defendido los comunistas: ¿A la que comenzó quemando iglesias? ¿A la que asesinó a religiosos? ¿A la que asesinó a Calvo Sotelo? ¿A la que produjo los sucesos de Casas Viejas? ¿A  la que voló con dinamita la Cámara Santa de la catedral ovetense? ¿A la que expulsó a los jesuitas?, etc. etc. Otro marxista, el soviético Ilya Ehrenbuirg lo dejó muy claro en su libro España, república de trabajadores: «la República no supo apreciar lo acuciante de las reformas, y la demora en su realización marcaría el origen de su fracaso».
En otro momento, el economista a lo largo de su conversación con el periodista que presentaba su libro, se refirió a  Falange que, según él, tenía un  componente regeneracionistas. Después se refirió a José Antonio Primo de Rivera de quien, dijo, «Todavía no está bien calibrado por la historia. Yo creo, ―continuaba― que era un personaje extraordinario en muchos aspectos». Estas palabras de reconocimiento sobre el fundador de Falange y ahora tan denostado por casi toda la izquierda y casi toda la derecha, son de agradecer, lo que ocurre que Tamames quiso ir un poco más allá y añadió la historieta de siempre, que «Falange tenía muy mala fama en los tiempos de la República por el pistolerismo que produjo». Bueno, bueno, que cosas dice el señor Tamames. Le recomendaría, lo primero de todo, que leyera al comunista Manuel Tagüeña: «Las calles se ensangrentaban con motivo de la venta de FE, órgano de Falange Española, ya que grupos armados socialistas estaban dispuestos a impedirla». Y más adelante escribe: «El obrero de un sindicato de la UGT, esperó que el grupo ―de falangisas―, se dividiera y luego fue detrás de Matías Montero ―falangista―y lo mató a tiros por la espalda». Recomiendo también al señor Tamames lea lo que una persona tan opuesta a Falange como fue el libertario Heleno Saña, escribió en la revista Índice, nº 259: «José Antonio se opuso siempre a la violencia que en España habían introducido las bandas del Sindicato Libre». Así, pues, y como dijo un alcalde comunista, a la Historia no hay que arrancarle ninguna hoja, aunque después ellos, cuando les conviene, talan el tronco entero. 
Para terminar permítame otra recomendación más. Lea el libro de Francisco de Asís de la Vega Aniquilar la Falange, donde repasará los nombres y lugar en el que fueron asesinados los 82 falangistas que no llegaron a ver el amanecer del 18 de julio de 1936 porque las balas de los que  dice defendieron la República, y sus compañeros de viaje, se lo impidieron...