David Martín. 21 de febrero.

Fue el lunes. En directo y en horario de máxima audiencia como mandan los cánones de la actualidad.  Por fin pudimos ver, al tiempo que escuchar por Onda Cero, una entrevista al líder de la oposición, Mariano Rajoy. Después de haber observado al Presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, primero en su charla con Iñaqui Gabilondo, a finales de diciembre, y después ante el jurado popular de “Tengo una pregunta para usted”, hacía escasamente dos semanas, ya tocaba ver a su principal oponente. Necesitábamos saber del líder de los populares y nunca mejor que ahora. En plena vorágine electoral en Galicia y el País Vasco, y cuando los pasillos de Génova, 13, sede central del PP, están inundados de agua turbulenta que puede ahogar al primero que se descuide, una entrevista a Rajoy es un potosí. Allí estaba, en el plató de Antena-3 televisión y ante Gloria Lomana, directora de los informativos de la cadena privada, que durante la media hora de cuestionario se convirtió en la protagonista de “Million dollar baby”.

No se había acomodado el líder popular en la silla, cuando, después de saludar a la audiencia, la boxeadora Lomana soltó su primer puñetazo: “¿Se siente usted acorralado?”. Rajoy se quedó como se queda el agua en el congelador después de una horas. El gancho de izquierdas de la periodista hizo daño al Presidente del PP. Él quería hablar de la crisis económica, de lo mal que lo está haciendo el Gobierno, del paro... De todo, menos del caos interno. Pero allí estaba ella, la nueva “Rocky” Balboa de la televisión para no dar más tregua que la necesaria. Gloria Lomana insistía: “¿Pondría la mano en el fuego por...?” y a continuación una retahíla de apellidos (Gallardón, Aguirre, Camps) que parecía sacar de quicio al principal rival de ZP. El gancho ahora había sido de derechas. Mariano Rajoy, que pareció saber más bien poco de los turbios asuntos que asolan al partido que preside, y reconoció que de muchas cosas de las que allí dicen haber pasado se enteró por la prensa, no estuvo cómodo en la primera parte de la entrevista porque Gloria Lomana no le dejo estarlo. Él contestaba con evasivas y ella volvía a poner el dedo en la misma herida hasta hacerla sangrar.

Tras el primer asalto, ganado claramente por la periodista, llegó el tiempo de dar al entrevistado un respiro, y se habló del asunto de las detenciones de inmigrantes en Madrid a cambio de incentivos a policías. El líder de la oposición se sintió algo más cómodo, empezaba a ver el oasis en el desierto, pero sólo fue una ilusión óptica. Lomana volvió a sacar sus puños de acero con el tema de las próximas elecciones autonómicas: “¿Usted se la juega en Galicia?”, “¿Apoyaría a Patxi López en el País Vasco para formar Gobierno?” Una detrás de la otra. No te gusta el caldo, te pongo dos tazas y bien calientes. El jefe de los populares podía respirar, pero a buen seguro que el nudo de la corbata le comenzaba a apretar demasiado para tragar fácilmente.

Ya era hora de ver una entrevista en la que el político se sintiese incomodo y no tan plácido como en otras ocasiones en las que más que un intento para que el personaje aclare dudas a la opinión pública se televisa algo parecido a una charla de amigos mientras degustan un café. El combate estaba ganado por la periodista y era el momento de ofrecer en bandeja el postre al invitado para que se desquitase. Era el momento de hablar de la situación económica y aquí se pudo ver como Rajoy pasó de evadir preguntas a contestarlas de forma directa y concisa. Se mostró sensato, tranquilo, cómodo. El líder del PP estaba vencido, pero no noqueado. Demasiado tarde. Todo aquello que no había transmitido durante los 25 minutos anteriores, fue capaz de hacerlo en apenas cinco porque la periodista se lo permitió, pero por si acaso no había quedado claro quien llevaba las riendas de la  entrevista, Lomana remató el combate: “¿Dónde falla el PP para no subir en las encuestas?, ¿Falta liderazgo en el Partido Popular?, ¿En qué momento ha pensado tirar la toalla?”. Fin de la cuenta atrás. Lomana gana por K.O. El próximo lunes el turno es para Rodríguez Zapatero. Esperemos seguir gozando, esta vez sí, con la boxeadora, la periodista, Gloria Lomana.