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Diario YA


 

Y Mayor Oreja votó no

Los Eurodiputados populares que votaron en contra de la Familia deberían dar explicaciones

Francisco Torres García. He leído con estupefacción, aunque mi capacidad  de asombro es muy limitada cuando se trata de las decisiones que toma un político profesional, que el eurodiputado popular, Jaime Mayor Oreja, junto con la mayoría de los parlamentarios del PP en Estrasburgo, votaron en contra de la victoriosa propuesta de ampliar la baja de maternidad hasta las veinte semanas. Un incremento que pocos esperaban, porque el debate era subir el mínimo europeo a una horquilla que fuera entre las 14 y las 18 semanas con el 100% del sueldo, con lo que poco cambiaría para algunos países (en España la baja maternal se sitúa en las 16 semanas). Tras la votación, muchos han dicho: ¡Por fin el costosísimo Parlamento Europeo sirve para algo!

Resulta chocante que el eurodiputado popular, Jaime Mayor Oreja, que se postula como el gran defensor de la familia, que es invitado de forma reiterada a pronunciar discursos más o menos retóricos ante auditorios de familias cristianas, que desempeña el papel de apóstol de la familia y la vida en el reparto de roles que asumen los dirigentes populares, que además es el “jefe” del grupo parlamentario popular en la cámara de Estrasburgo, haya votado NO a una medida que favorece tanto a la familia como a la natalidad, amparándose en la fútil excusa del “enorme gasto” que supondría asumir esa ampliación.

Para muchos, sin duda, esta decisión constituirá una prueba más de la visión política de Mayor Oreja; un voto negativo motivado exclusivamente por la necesidad imperante de recortar gastos, de buscar el máximo ahorro a las cuestas públicas y a las empresas, un apoyo patriótico a los esfuerzos del gobierno socialista español por ahorrar. En definitiva una muestra más de su sólida visión de hombre de Estado que mira por el bien de todos los españoles.

Para algunos, probablemente pocos, es la muestra palpable de cómo los populares, hasta los más santos, cuando tienen que decidir entre las mejoras sociales, especialmente en lo referente a la Familia o la Vida, y la cartera prefieren cerrar el bolsillo.

La explicación es que a España, por ejemplo, implementar la medida le costaría entre 284 y 988 millones de euros anuales. No voy a entrar en la precisión del cálculo por que las cifras hablan por sí solas y más suenan a excusa pobre que a realidad tangible. Sin embargo, sería bueno que alguien recordara a Mayor Oreja cuál es por ejemplo el coste de la “clase política”, de sus pensiones blindadas, de las bagatelas…; o que alguien recordara a Mayor Oreja el enorme dispendio económico que supone mantener la burocracia europarlamentaria y funcionarial de Estrasburgo. También alguien debería recordar a Mayor Oreja que las funcionarias de la UE sí tienen derecho a cinco semanas de baja.

Mayor Oreja se ha llenado la boca, y si no es así estoy dispuesto a rectificar, hablando de la necesidad de ayudar a las familias, de ayudar a las futuras madres, y cuando de verdad tiene la oportunidad de apoyar a las familias españolas y europeas (es lacerante que en el Reino Unido las madres sólo tengan seis semanas de baja cobrando el 90% del sueldo para reducirlo a unos 500 euros al mes después) vote NO. Pero es posible que Mayor Oreja estuviera pensando en el futuro político del PP o en el suyo propio, porque ahora los Estados tienen dos años para adaptar la norma a la legislación nacional, ya que, si se cumplen los vaticinios, será a los populares a los que les corresponda habilitar la consiguiente partida en los Presupuestos Generales del Estado y ello le ha debido provocar un escalofrío a él y a Mariano. Aunque es posible que Mayor Oreja haya votado NO por ser una propuesta insuficiente y que piense que se debería aplicar la legislación sueca que otorga un año de baja a las madres.

No hacen falta grandes argumentaciones para entender que una medida como la aprobada afectaría positivamente a la natalidad. Desde un punto de vista meramente economicista, que es según parece la razón que ha movido a Mayor Oreja y a los populares a votar NO, el incremento de la natalidad supondría invertir el signo demográfico y garantizar la viabilidad de los sistemas de seguridad social. Y es preferible gastar el dinero ahí y no en subvencionar bancos o continuar con la mascarada de unas Cajas de Ahorro que cuestan millones a los contribuyentes por su dependencia política.

Quizás Mayor Oreja debiera dar a explicaciones a todos los que le valoran como defensor de la Vida y la Familia ¿O quizás no?