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Diario YA


 

Los niños, los peor parados en la crisis

Hace pocas semanas, la OCDE presentaba un estudio en el que se reflejaba un ligero crecimiento del PIB en las previsiones. Sin embargo, y parte de la misma moneda, el responsable de la OCDE hablaba del aumento de la pobreza y la precariedad que está ocasionando que sean los niños y niñas quienes salgan damnificados. En este sentido, si bien el presupuesto destinado ayuda social y protección familiar es bajo respecto a la media europea, existen organizaciones sin ánimo de lucro, como Música por la Paz, que deciden poner su granito de arena ayudando, con sus acciones, a combatir la pobreza infantil y que están haciendo una excelente, a la par que necesaria, labor.

Y es que la tasa de pobreza infantil, de acuerdo con el “Economic Review – 2017 Spain” de la OCDE, se eleva hasta un 23,4% (en año 2013), muy por encima de la media de los demás países, que se encuentran en el 13,3%.

El informe de la organización, presentado por su secretario general, Ángel Gurría, también recogía cómo la crisis económica vivida en España durante los últimos años, ha hecho aumentar las desigualdades, distanciando las situaciones de distintas familias en cuanto al acceso a recursos. Esto es debido, entre otros factores, a la ausencia de estabilidad laboral de calidad y a las grandes cifras de desempleo y de desempleados de larga duración que aún siguen existiendo en España.

El secretario de la OCDE reclamó la necesidad de poner en marcha nuevas políticas encaminadas a mejorar esta situación, fomentando las ayudas sociales en la primera infancia así como la implicación de todos los agentes para aumentar el alcance de las mismas y poder cubrir las necesidades de más familias. Según el mismo informe, si bien el promedio de ayudas destinadas a las familias se encuentra en un 1,2% del PIB en los países en la OCDE en 2013, en España representa, solamente, un 0,5%.

Asimismo, Gurría hizo referencia a seguir construyendo puestos de trabajo, de calidad, que hagan aumentar la productividad y en donde se invierta en innovación, formación y especialización, creando los espacios para poder favorecer un crecimiento inclusivo que reduzca el paro.

Por otro lado, recientemente la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales presentó el informe sobre el estado social de la nación 2017 donde cifraba en 20 millones de personas las que viven en España diferentes situaciones de pobreza, en mayor o menor grado.

Save The Children publicaba hace unos meses, a su vez que existen en nuestro país 1.600.000 de niños y niñas que viven por debajo del umbral de la pobreza y que, además, el 80% de ellos no conseguirá mejorar su situación de adultos.

Sea cual sea el informe al que atendamos, no hay ninguna duda de que se debe hacer un esfuerzo por combatir esta cruda realidad en la que viven los más pequeños. Además, el hecho de vivir en un entorno difícil, con preocupaciones, hace que esto les influya de cara a la relación con los demás, con ellos mismo, con los estudios y con la proyección que tengan de sí mismos en el futuro, generándoles inseguridad, falta de confianza o problemas de inclusión.