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Diario YA


 

Con motivo de la fiesta de la Virgen de la Merced

Los que humanizan las prisiones

Jesús Domingo Martínez. Con motivo de la fiesta de la Virgen de la Merced me ha parecido recordar lo que la Iglesia hace a través de la pastoral penitenciaria. Los expertos y responsables de pastoral penitenciaria reunidos el pasado fin de semana en El Escorial, representando a los más de 3.000 agentes de pastoral que trabajan en cárceles españolas, a los que se suman otros mil en distintos programas de prevención o de reinserción, que a menudo suponen la única alternativa para quienes han cumplido condena, y una vez en la calle carecen de apoyos para comenzar de nuevo.

Es la última etapa de una labor social que no distingue entre personas por su confesión ni por ninguna otra circunstancia, sino que ofrece a cualquier preso acompañamiento en medio de situaciones personales y familiares complejas y dolorosas.

Además de garantizar un derecho constitucional, prestando asistencia religiosa a las personas privadas de libertad que lo solicitan, la pastoral penitenciaria es uno de tantos grandes servicios que la Iglesia presta a la sociedad española, y muy en primer lugar a los internos, recordándoles que tienen una dignidad que nada ni nadie les puede arrebatar.