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Diario YA


 

Lugares del mundo que no te imaginas que tienen WiFi gratuito

A menudo anhelamos la idea de disfrutar de unas vacaciones en las que podamos desconectar del mundo digital pero luego, a la hora de la verdad, el simple pensamiento de pasar días sin poder conectarse a internet nos causa sudores fríos.

La solución es sencilla. La naturaleza y los lugares más remotos del planeta no están reñidos con la conexión WiFi. Cada vez es más frecuente encontrar hotspots en los lugares más insólitos.

A veces es en esos lugares recónditos donde primero llegaron las conexiones WiFi, como una manera de acercar esos sitios al resto del mundo. En 2005 dos empleados de Intel instalaron el primer punto de acceso WiFi en el campamento de Barneo, uno de los puntos más fríos del mundo a tan sólo 80 kilómetros del Polo Norte. Ese mismo año el pequeño pueblo de Sarahan, en mitad de un desierto de la India, pasó de no tener siquiera luz eléctrica a contar con conexión a internet. Fue parte del proyecto Digital Gangetic Plain Project, que pretendía dotar de internet a las áreas rurales remotas del norte del país. Esto se hizo utilizando simplemente antenas direccionales instaladas en torres de unos 20 metros de altura.

Puede que no tengas WiFi en el monte al que vas de picnic los fines de semana, pero has de saber que sí existen hotspots en la cima del monte Fuji en Japón e incluso en el mismísimo Everest, aunque ahí no en el punto más alto. Canadá dotó de puntos WiFi a todos sus Parques Nacionales hace unos años y, de nuevo en la India, puedes acceder a internet gratis en su montaña más alta, el monte Girnar, que desde 2010 cuenta con un sistema de WiFi instalado a lo largo del camino por el que se pueden visitar sus 30 templos.

La playa suele ser otro de esos sitios en los que tenemos que tirar de los datos del móvil o renunciar a una conexión. Pero no en todas, hay muchos sitios en los que puedes conectarte a internet gratis mientras te tuestas al sol. En España, por ejemplo, tienes WiFi en las playas de Cala Major, Cala Estància o Ciudad Jardín de Mallorca.

En muchos lugares turísticos se han instalado puntos de acceso WiFi para que a los visitantes les resulte más fácil conocer más sobre lo que están viendo. En algunos casos se ha hecho a nivel masivo. Ahora nos puede parecer algo pasado de moda pero ya desde mediados del siglo XX, con personajes como Benny Binion o Howard Hughes, Las Vegas se ha caracterizado por ser una ciudad de emprendimiento e innovación, y así sigue. En 2013 MGM Resorts decidió atender las demandas de sus clientes y ofrecer WiFi gratuito en sus múltiples instalaciones. Esta labor no era nada fácil debido a la magnitud y complejidad de edificios como el Bellagio o Mandalay Bay. La cadena hotelera colaboró con las compañías Mobilitie y Cisco que se encargaron de desarrollar la tecnología necesaria para evitar interferencias de varios obstáculos, como grandes superficies llenas de agua, y ofrecer soluciones que, según MGM, son comparables a las que se usan en eventos de gran magnitud como la Super Bowl o los Juegos Olímpicos.

Otro amplio sistema de WiFi gratuito es el que se ofrece en la ciudad de Londres. Más de 130 de sus estaciones de metro cuentan con WiFi para los clientes de las principales compañías de telecomunicaciones del país. En el caso de los famosos taxis negros de la capital inglesa, el WiFi es accesible para cualquiera que utilice sus servicios gracias al sistema CabWiFi desarrollado por EyeTease Media.

En otras ciudades el acceso se ha localizado en un punto que había caído en desuso debido, precisamente, a las nuevas tecnologías: las cabinas de teléfono. Empezó en Moscú pero pronto le siguieron otras ciudades como Nueva York, y hasta las icónicas cabinas rojas de Londres se convirtieron el año pasado en zonas de conexión ultrarrápida.

Si las cabinas es un lugar curioso para poner un punto de acceso WiFi, los cementerios lo son todavía más. Abierto desde el siglo XIX, el cementerio municipal de San José de Granada fue pionero en ofrecer WiFi, algo que según sus responsables ayuda a los visitantes a buscar su genealogía y encontrarse con sus antepasados. A muchos kilómetros de allí, en el cementerio Oak Grove de Paducah, en Kentucky, también cuentan con el mismo servicio.

Y puestos a buscar lugares curiosos con WiFi, sin duda nos quedamos con Kfar Kedem. Este parque temático de Israel, que recrea la vida en una aldea de la antigua Galilea, ha puesto los hotspots WiFi en el lomo de los burros que pasean a los visitantes por las instalaciones.

¿Qué será lo próximo, la luna? Ah, no, en la luna ya hay WiFi desde 2014.