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Diario YA


 

el aguijón

Pulir cera

David Martín. 7 de marzo.

TVE ha apostado por la nostalgia para el horario de máxima audiencia de la noche de los martes. Tras el éxito de series como “Cuéntame” o la miniserie que recreaba el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, “23-F, el día más difícil del rey”, la cadena pública ha vuelto a adentrarse en la maquina del tiempo para rescatar, con la música como hilo conductor, lo mejor de las décadas desde los 50 hasta los 90. Para ello ha estrenado “Los mejores años de nuestra vida canción a canción” y cuenta con la colaboración de algunos concursantes de “Operación triunfo” en las labores de animar el cotarro con los éxitos musicales de antaño, y de Calos Sobera en las de presentación. Al vasco, a quien le queda mejor estar al frente de un concurso que cualquiera de estos saraos, le ayudaron dos jóvenes presentadoras, demasiado modositas, y Ángel Llacer, quien, en su habitual papel de cascarrabias, fue con creces el que más ingenio aportó al espacio.

El programa es una mezcla de “Furor” y “Documentos TV”. Cada semana se escogen dos décadas, en el estreno los años 60 se las tuvieron que ver contra los 80,  y se las compara en determinadas categorías para que el público allí presente vote por su favorita. Entre votación y votación, los chicos de “O.T.”, divididos en dos grupos, intentan deleitar al espectador con la mejor selección de temas de la década que les toque defender. Nada científico, nada extravagante, pero que, por los datos de audiencia, a más de uno le ayudó a pasar la noche. La-1 fue la cadena más vista con este programa del recuerdo que nos permitió revivir acontecimientos de la historia de España tan inolvidables como Fraga bañándose en Palomares para demostrar que no había radioactividad en las aguas, o el “gallo” de José Ángel de la Casa al cantar el gol de Señor a los malteses que nos daba el pase para la Eurocopa de 1984. Liderar las audiencias con imágenes de archivo debe hacer recapacitar a más de uno y lo mismo conseguimos que el próximo estreno televisivo en vez de ser diez sujetos en una isla sacándose los ojos por comer, sea la versión moderna de la familia Telerín. Qué osadía por mi parte. Va a ser que no, pero lo tenía que intentar.

Además de con las actuaciones de los “triunfitos”, la música también fue protagonista gracias a otros artistas, más que consagrados ya en declive porque los años pasan para todos y de los 60 a nuestros días ya han caído demasiadas tormentas, que cantaron sus mejores temas de aquellos años. Por el plató de la nostalgia pasaron Raphael (imagino que por entonces Raphael sería simplemente Rafael) y sus “Digan lo que digan” y “Yo soy aquel”, Los Secretos, Jimmy Fontana, Pino D’ Angio, Henry Stephen, Los Sirex, Mike Kennedy, Pedro Marín, Samantha Fox, Los Tres Sudamericanos, Ramoncín y hasta María Jesús con su inseparable acordeón. Es decir, TVE mezcló la música de las fiestas del pueblo con las bandas sonoras de cualquier garito en cualquier Nochevieja, pero sin tanta gracia. Son todos los que estuvieron, pero no estuvieron todos los que son y mejor así, porque el programa, que se alargó hasta pasadas las doce y media, se hizo tan largo como un día sin pan. 

El invento televisivo, pese a quedar largo, no está mal para quienes pecan de añoranza y seguramente sea hasta divertido para las generaciones más recientes. Saber que en los 80 nos levantábamos poniéndonos en forma gracias a las clases que Eva Nasarre nos daba desde la pequeña pantalla, o que canciones como “Limón, limonero” fueron éxito en los años 60 debe tener su gracia para los adolescentes que crecen viendo morbo y sensacionalismo a espuertas en televisión, y oyendo a “El langui” en su MP4. Claro que más cómico es saber que la frase destacada de los 60 fue “mi nombre es Bond, James Bond”, y la de los 80 la de “dar cera, pulir cera”. Toma castaña. Y yo con estos pelos. Si no hay frases más destacables en la década correspondiente que las dichas por el agente 007 y las del profesor Miyagi en “Karate Kid” apañados vamos. Esperemos que se apliquen el cuento y en los próximos duelos entre decenios den cera y se esfuercen con la pulidora para que sigamos pensando que en televisión puede triunfar algo distinto a ver las intimidades del vecino.

 

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