Corres en la cinta, sudas durante horas en la sauna y has reducido tu ingesta de grasas e hidratos de carbono pero no alcanzas el punto de definición que persigues. ¿Puedes hacer algo más? Acudir a los suplementos deportivos es una muy buena opción para incrementar tus resultados, pero… ¿conoces realmente los diferentes tipos y cómo funcionan?

Si llevas tiempo entrenando, sea cual sea tu disciplina, sabes que hay momentos en los que tu evolución se estanca y parece que no avanzas.
Da igual si estás preparándote para competir, si quieres ponerte a tono porque se acercan las vacaciones, o si vas a correr un maratón y sabes que cada gramo pesa como una losa de granito pegada a tus zapatillas.

El estancamiento en la preparación ocurre -sobre todo si hablamos de dietas de definición- y, en muchos casos, nos empuja a desanimarnos e incluso tirar la toalla. Si estás en ese punto, ha llegado el momento de probar algo nuevo y aportar un plus a tu entrenamiento: añade suplementos deportivos.

Antes de continuar, hemos de hacerte una recomendación: en internet, vas a encontrar cientos de sitios donde hablan de nutrición deportiva, suplementos deportivos, etc. Si has decidido que este es el camino que vas a seguir, elige sitios especializados y suplementos nutricionales de calidad, con marcas de prestigio, con años de experiencia, que no vendan resultados milagrosos en 24 horas.

Consulta con los verdaderos expertos en la venta de suplementos deportivos. No todos los cuerpos reaccionan igual y, entrenamientos y metabolismos diferentes, tienen necesidades diferentes.
Es importante que te asesores personalmente y con especialistas antes de tomar una decisión sobre el suplemento que vas a incorporar a tu dieta.

Dicho esto, hagamos un repaso de los principales tipos de ‘quemagrasas’ que puedes encontrar en las estanterías dedicadas a la nutrición deportiva:
 
L- Carnitina:
Todos hemos oído hablar de sus milagros. ¿Por qué? La L- Carnitina se encarga del transporte de ácidos grasos a las células que producen la energía en nuestro cuerpo. Es decir, un aumento en los niveles de L-Carnitina supone que una mayor parte de las grasas que se ingieren, además de las ya existentes en el organismo, se llevan a la mitocondria celular, lugar donde son eliminadas para obtener energía.

Literalmente, estamos hablando de un elemento ‘quemagrasas’ que, además, eleva los niveles de energía. Por lo que se experimentará un aumento en el vigor y la resistencia durante la práctica de la actividad deportiva.

Al encontrarse principalmente en carnes rojas, es bastante habitual que durante las dietas de definición, en las que recurrimos al pollo o pescado como principales fuentes de proteína limpia, disminuyamos sus niveles normales, dificultando la correcta alimentación celular. Obviamente, esto supone un obstáculo muy grande a la hora de alcanzar el objetivo de la definición muscular. Por muy eficaz que sean los ejercicios realizados, la tonificación de la masa tiene que ir acompañada de una reducción de la grasa corporal; en caso contrario, los resultados de horas y horas de trabajo quedarán ocultos tras una molesta capa de grasa.

Así que casi en cuanto empiezas a tomarlo, empiezas a notar sus resultados. Por un lado, al poco tiempo de incorporarlo a tu dieta, experimentarás un aumento en los niveles de energía de tu cuerpo y aguantarás más intensidad en tus entrenamientos. Lo siguiente que observarás es que algunas zonas, como la abdominal, comienzan a perder volumen y se tensan. Viendo estas cosas, la motivación suele crecer, ya que se ve mucho más cerca la meta.

Es un suplemento indispensable para todos los deportistas que siguen dietas vegetarianas y/o veganas, dado que prácticamente carecen de su aporte de forma orgánica.
 
Quemagrasas de efecto termogénico:
Vas a sudar a la gota gorda… incluso aunque no te muevas. Son los famosos ‘quema grasa incluso mientras duermes.’

Su función consiste en aumentar el metabolismo basal de tu cuerpo de forma considerable, convirtiendo la grasa en una fuente de energía y de calor que, por lo tanto, se quema más rápido. La explicación es muy sencilla, y es que eso a lo que llamamos ‘grasa’ cuando hablamos de dietas de pérdida de peso debería denominarse, para ser más precisos, ‘grasa acumulada’. Por sí misma, la ingesta de grasa no tiene por qué significar un aumento en el volumen de las caderas, por ejemplo. Si toda la cantidad de grasa introducida se utilizase para obtener energía, el peso corporal no se vería afectado para nada.

Por lo tanto, lo que hay que eliminar es esa proporción de grasa que no cumple ninguna función energética y, simplemente, se acumula mientras espera para ser utilizada.

Es ahí donde entran los quemagrasas termogénicos, haciendo que el organismo crea que necesita aumentar la temperatura corporal y generar una mayor cantidad de energía. Para todo ello se acude a la grasa, así que, si se ha seguido una correcta dieta baja en elementos grasos, el cuerpo no la encontrará en el alimento ingerido y se irá a buscarla a las zonas en las que está acumulada, para transportarla a las células y transformarla en energía y calor.

Estos suplementos nutricionales existen tanto en forma sintética como natural: en pastillas, polvos, barritas o incluso crema, y según el que elijas puedes obtener ayudas adicionales como reducción del cansancio y del apetito, diuresis, etc. Suena interesante, sobre todo para ponerlo en práctica en los meses de invierno, ¿no crees?

El rey de las cafeínas: el guaraná:
Funciona como estimulante del sistema nervioso central y consigue un doble efecto: darte más energía para tus entrenamientos y aumentar la tasa metabólica de quema de grasas de tu cuerpo.

Si estás un poco perezoso o bajo de ánimo, esta es una buena opción. Además, su utilidad se puede comprobar observando que la mayoría de los productos energéticos del mercado contienen guaraná. Se trata de un componente en el que se puede encontrar una dosis de cafeína superior a la del propio café, que le da nombre.

Al conseguir una estimulación del sistema nervioso, el organismo se activa y todas sus funcionalidades se preparan para la actividad física. Por ello, siempre ayuda a la hora de levantarte del sofá, preparar la mochila e ir al gimnasio a cuidar tu salud.

Pero además, como ya se ha mencionado, aumenta la tasa metabólica de las células. La demanda de ‘combustible’ necesario crece y se empieza a acudir a los almacenes de elementos grasos que, tras llegar a la mitocondria, se eliminan y pasan a convertirse en energía, contribuyendo notablemente a la quema de grasas acumuladas.

Este suplemento nutricional es natural y también tiene otros beneficios trasversales como el aumento de la concentración, el aumento de la lívido, cualidades antioxidantes y elementos que ayudan a fortalecer el corazón. Y todo esto sin alteraciones químicas de ningún tipo. ¿Demasiado bueno para ser natural? Te sorprenderá.
 
Fibras y diuréticos:
Los encontrarás bajo el cartel de ‘detox.’ Y es que estos componentes alimenticios son un aliado perfecto para mantener una salud libre de elementos dañinos.

Depuran, deshinchan, desintoxican y limpian las células de tu cuerpo, eliminando líquidos y haciendo que tu metabolismo funcione mejor.

La fibra es saciante y reduce la absorción de grasas y azúcares, mejorando el funcionamiento de riñones e hígado, que son los órganos que ‘más mandan’ a la hora de perder peso. Es decir, no solo se reducirá tu necesidad de comer, sino que, cuando ingieras cualquier tipo de alimento, sus componentes negativos tendrán un proceso de eliminación más efectivo, evitando que supongan un aumento en el peso corporal. Un gran ejemplo es el colesterol, cuyos niveles se reducen con un aumento en la ingesta de fibra alimenticia.

Hay cientos de opciones naturales basadas en avena, guisantes, lino, chía, sésamo, quinoa, limón, té verde, etc. recomendables para todo tipo de personas en cualquier momento de su vida. No es necesario ser un deportista de élite para querer mejorar tus hábitos y tu salud, ¿no?
Los complementos nutricionales mejoran nuestra alimentación, y por lo tanto nuestra salud, y no son solo para deportistas profesionales

Lipotrópicos:
Se confunden con bastante frecuencia con los termogénicos, dado que también aceleran la quema de grasas. ¿Cuál es la diferencia? Los lipotrópicos no elevan la temperatura corporal, sino que mejoran la eficacia del hígado para metabolizar las grasas e impedir que se acumulen. De esta manera, no solo contribuyen a la pérdida de peso, sino que mejoran la salud hepática. De hecho, previenen algunas enfermedades de ese tipo, como la cirrosis.

Existen muchísimas variedades de lipotrópicos, naturales y sintéticos, y muchos de ellos suelen combinarse con otros de los principios que ya hemos visto antes para complementar sus beneficios y actuar de forma más eficaz.

Ahora ya sabes cómo actúa cada uno de ellos y tendrás una visión más clara para elegir el mejor complemento dietético, según el resultado que busques. Piensa que muchos de los productos que se comercializan en las webs especializadas en la venta de suplementos deportivos combinan varios de estos principios en una sola fórmula, así que no te quedes solo con uno de ellos.

Para concluir, recuerda que estos suplementos deportivos son -como su nombre indica- complementarios a una dieta cuidada y ejercicio físico constante. Huye de ‘suplementos milagro’, cuya supuesta rapidez suele estar acompañada de consecuencias negativas, y consulta con expertos para elegir el que mejor se adapta a tu estilo de vida, nivel de entrenamiento, edad, composición corporal y objetivos.

¡Suplementa tu vida!