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Diario YA


 

Este año 2017, iniciado hoy, es el centenario del surgimiento de la ideología más criminal de la Historia de la Humanidad

Todo empezó la víspera de la Navidad asesinando al Monje Grigori Efimovich Rasputin

Daniel Ponce Alegre. Teólogo y Antropólogo. Este año 2017, iniciado hoy, es el centenario del surgimiento de la ideología más criminal de la Historia de la Humanidad, con más de 100 millones de muertos e incontable número de desplazados, y suprimidos como persona: el Comunismo, que inició su galopar encarnada en la Revolución Socialista Soviética pero que hoy tiene múltiples variantes asiáticas, sudamericanas y africanas.

Esta diabólica ideología dio su primer paso con un aparentemente simple e insignificante acontecimiento que a continuación pasaré a desarrollar en el presente artículo que pretende ser, Dios mediante, el primero de una serie de artículos que durante este año, desde el Diario YA, queremos dedicar a analizar el Comunismo y todas sus variantes paganas como el socialismo, el nacionalismo, el nacionalsocialismo, el fascismo, el indigenismo o el llamado Socialismo del S.XXI, que San Juan Pablo II llamó " el paganismo de nuestro tiempo ".

La mañana del 30 de diciembre de 1916, con las manos atadas en alto como si hubiera intentado desprenderse de las cuerdas con las que fue atado antes de ser arrojado al río, y con varios disparos en el pecho y el abdomen, y uno más en la frente, fue hallado el cuerpo semidesnudo de Grigori Efimovich Rasputin en las aguas heladas del río Neva, en San Petersburgo. Fue asesinado por parientes de la familia del Zar coordinados por la Inteligencia Británica y La Gran Logia del Arco Real de Inglaterra, en concreto por el príncipe Félix Yusúpov, por el Gran Duque Dimitri, primo del Zar Nicolás II, y por el diputado socialista, masón británico y miembro de la Internacional Socialista Hebrea Vladímir Purishkévich, vehemente enemigo de Rasputin e íntimo amigo y compañero de V. I. Lenin.

Varias horas antes del crimen, el buen Ministro del Interior visitaba al monje en su casa con la intención de advertirle de que querían matarle ( este era el cuarto intento ) y que no se le ocurriera salir de su apartamento en unos días. Rasputin tenía obligaciones de asesoramiento espiritual y trabajo en Palacio que realizar, por lo que salió de casa. Tras dichas responsabilidades, Yusúpov invitó a Rasputin a cenar en su casa con el supuesto encargo de ayudar a su mujer Irina, sobrina del Zar, en algunos problemas de salud espiritual. Yusúpov, además de agente encubierto de la Inteligencia Británica y de miembro de una Logia Masónica perteneciente al Gran Arco Real de Inglaterra, era un advenedizo degenerado, ambiguo sexual y habitual de orgías.

El mismo Yusúpov fue el que construyó a Rasputin una imagen de depravador sexual como él, con la intención de dañar su imagen ante el Zar y sobre todo ante la Zarina Alexandra, ante quien tenía una gran consideración como hombre santo, dicha reputación se veía complementada con la de sabio y prudente por parte del Zar Nicolás II, además de ser muy querido por los hijos de la familia imperial, Yusúpov llegó al punto de crear un Informe de Inteligencia con fotos falsas de un hombre parecido a Rasputin en unas orgías y que fueron mostradas al Zar y a la Zarina pero que ninguno de ellos creyó pues conocían bien a Rasputin y su fiel santidad cristiana. El acto propagandístico de dañar la imagen de Rasputin no conseguía sus efectos ni en la familia real ni en el pueblo, que cada vez le quería más, considerándolo puente y enlace entre ellos y el Zar, a modo de Sacerdote cristiano. La noche del diabólico asesinato, en la que se inició "La Larga Noche del Comunismo ", el termómetro marcaba tres grados bajo cero y había una niebla muy intensa y húmeda que envolvía los canales.

Los dos dandis homosexuales, Yusupov y Dimitri, fueron los meros ejecutores de un plan alentado por parte de la familia imperial en colaboración, como hemos dicho por la Inteligencia Británica y la Masonería Inglesa, al servicio de la Corona Británica, cuyo plan era envenenar al monje ( decir que aunque con familia, Rasputin era considerado y vivía como monje ) y hacerle desaparecer en Siberia o en la Taiga rusa. El primer intento de dejarle fuera de juego con unos pastelitos de crema y vino de Madeira con cristales de cianuro de potasio falló a pesar de que Rasputin no tomó pastelitos pero sí que bebió varios vasos de vino. Como su objetivo no prosperaba,

Yusúpov se puso nervioso, abandonó la sala a las 02:30 horas para coger un revolver y tras decir decir Rasputin que tenía sed, le descerrajó un disparo en el pecho, cayendo el monje al suelo bruscamente tras dar un alarido. Yusúpov apagó la luz de la sala y se fue cerrando la puerta a continuar con el plan. Cuando regresó y se acercó al cuerpo tendido Rasputin abrió los ojos y se incorporó clavándole la mirada a Yusúpov y forcejeando con él con una fuerza extraordinaria " sansónica " hasta arrancarle la charretera del uniforme.

Rasputin consiguió levantarse y salir tambaleándose de la sala. Los convidados ocultos le siguieron y dispararon sobre él cuando estaba a punto de cruzar la verja del palacio. Rasputin cayó sobre la nieve, y estando aún tembloroso Yusúpov cogió una porra metálica con cuero y comenzó a golpear el cuerpo del monje salvájemente hasta hundirle el cráneo en la nieve, desfigurar su cara y destrozarle los testículos ( este hecho se supo, por el Informe, que fue intencionado por la propia psicología enferma de los ejecutores ). Luego trasladaron el cadáver hasta un puente sobre el Neva, y sobre las 06:00 horas lo arrojaron atado de manos al río después de practicar un orificio en el hielo sobre el agua.

La autopsia reveló que Rasputin murió por ahogamiento, es decir, que tenía agua en los pulmones pues aún estaba vivo, ya que respiraba, y como hemos dicho antes el cadáver fue hallado con las manos atadas pero en alto y por delante como si hubiese luchado por desatarse. El oficial de inteligencia inglés Oswald Rainer, amigo de Yusúpov desde sus tiempos en Oxford, y quien le inició en la masonería y lo usó de espía, además de ser un depravado homosexual como Yusúpov y Dimitri, fue el que le dio a Rasputin el tiro en la frente. La motivación británica del asesinato fue el temor de que Rusia firmase la paz por separado con los alemanes, lo que los británicos no querían. Sabían que Rasputin, que era contrario a la guerra como el cristiano Zar, colaboraba con los alemanes en este sentido, hecho que estaba autorizado, por supuesto, por el propio Zar y por la Inteligencia, la legendaria Okhrana ( de la que algún día escribiré algún artículo, Dios mediante ).

La Internacional Socialista estaba sujeta a los intereses británicos en pro de los musulmanes palestinos, destacando al Muftí de Jerusalén que décadas después veríamos pactor un Acuerdo con Hitler y los nazis contra la creación de una Nación Judía unida; los mismos británicos estaban en contra de la creación de la Nación de Israel, hecho que apoyaba el Zar y Rasputin como cristianos y conocedores de la Biblia.

La investigación policial del crimen fue abortada por las presiones de la propia familia real aunque muchos de ellos fueron desterrados en el campo y algunos de ellos obligados a ir al frente persa donde murieron como Dimitri. Dos meses después del asesinato estalló la Revolución de Febrero liderada por Kerenski que precipitó la abdicación del Zar en su hermano Miguel, un corrupto pervertido que inició la República Socialista. La familia imperial fue arrestada en las afueras de Petrogrado hasta que la previsible victoria de los bolcheviques forzó la deportación a Ekaterimburgo de toda la familia y el fatídico 16 de julio de 1918, en el sótano de la Casa Ipatiev fueron todos ejecutados y martirizados, siendo en al actualidad considerados santos por la Iglesia Ortodoxa Rusa y muy queridos por toda la Iglesia Ortodoxa, y todos los cristianos de bien.

Los propios informes, a los que este Diario ha tenido acceso, constatan sin ningún género de dudas, que la orden fue dada por el propio Lenin, miembro de la Internacional Socialista, y que pretendía que fueran liberados por los cristianos " rusos blancos " que estaban cerca, y así evitar la restauración de la cristiana linea imperial de los zares Románov, en línea con la corriente internacional de hacer caer las Monarquías cristianas, como se buscaba por entonces en toda Europa, sustituyéndolas por Repúblicas Socialistas de diversa tipología. Así comenzó todo. Durante este año, con la ayuda de Dios Padre y de Jesucristo, nuestro Señor y Señor de Rasputin y de toda la Familia del Zar de Rusia Nicolás II, desde este Diario seguiremos contando la Verdad hasta su Vuelta como Rey y Zar Eternos del Reino " así en la Tierra como en el Cielo ".

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