Ricardo Ruiz de la Serna. 25 de enero.

Alguien debió de tomarse mal las uvas el 31 de diciembre de 2008. Sólo así se explica la triste situación en que nos encontramos a principios de 2009. El Gobierno ha sido incapaz de devolver la confianza a los mercados y la crisis española es más grave que la mundial por la propia estructura económica de nuestro país. El paro ha superado los tres millones y va subiendo mientras ya hay 800.000 hogares en los que nadie trabaja. Los sindicatos insisten en que los trabajadores no son quienes deben sufrir las consecuencias de la crisis y los empresarios advierten de que ellos no son el problema sino la solución.

En el Congreso, el Partido Popular ha pedido la comparecencia del Presidente del Gobierno para dar cuenta de la crisis, pero el PSOE y sus aliados se han puesto. No comparecerá hasta febrero y lo hará para hablar de la crisis, sí, pero también de otras muchas cosas. Es difícil evitar la sensación de que el Gobierno no está ni se le espera por el Congreso hasta el mes que viene.

Es verdad que el Presidente Obama ha traído algo de esperanza. Un hombre que habla de sacrificio y de unidad, de trabajo duro y honradez para hacer frente a las dificultades merece que se le escuche. Él es uno de los mejores ejemplos de que el sueño americano sigue vivo. Con todos sus defectos, superados ampliamente por sus virtudes, los Estados Unidos siguen siendo un gran país. El discurso del nuevo Presidente fue contundente en la descripción de los problemas y esperanzado en la búsqueda de soluciones. Sin embargo, entre sus primeras decisiones, ha estado la firma de una orden ejecutiva que permite la financiación de organizaciones que apoyen el aborto. Entre sus planes, también está la autorización de programas de experimentación con células madre embrionarias. Así, también Barack Obama ha optado –desde el comienzo- por decisiones que siembran más división que unidad entre sus propios ciudadanos. Mientras tanto, el Presidente necesita que el Congreso apruebe rápidamente su plan de estímulo de la economía. La situación se deteriora día a día.

Como dijo el Presidente de la República Portuguesa José Sócrates este jueves en Madrid, hay que liderar desde la primera fila y hacerlo con urgencia. Mientras la crisis se hace más y más profunda, en España seguimos esperando a un Godot del Gobierno que no llega y mira al otro lado del Atlántico confiando en que el Presidente Obama resuelva lo que Solbes y Rodríguez Zapatero no han podido conducir. Esta semana que entra comparecen en Comisión la Ministra de Fomento, Dña. Magdalena Álvarez, y el Ministro de Asuntos Exteriores, Sr. Moratinos, así que el lector debe prepararse para asistir a los mayores prodigios y, tal vez, incluso a los terrores más espantosos.