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Turismo de calidad: Adentrándose en el Barrio rojo de Ámsterdam

Elegir un lugar para hacer turismo es un gran dilema cuando nos encontramos innumerables sitios hermosos e interesantes por todo el mundo. El verdadero viajero sabe que no solo las playas o la montaña, son los lugares que hay que visitar. Abrir los ojos al mundo de la cultura es lo que hace que un viaje se disfrute de verdad.

¿A dónde ir si quieres tener unas vacaciones inolvidables?
En Ámsterdam hay un rincón que abre las puertas a miles de turistas cada año, gracias a la exótica cultura que reina en el lugar. Hablamos del barrio rojo, donde la historia y la arquitectura se mezclan con una actitud liberal.
Es bien sabido que este es uno de los barrios que da carta abierta a la diversión sexual, así como la prostitución y las drogas. ¿Son estos atractivos turísticos? Al parecer sí, puesto que su índice de turistas extranjeros ha ido en aumento con el paso del tiempo. Por esa razón, se ofrecen las maneras de disfrutar de un recorrido por Red Light.

Lo que no te puedes perder en Ámsterdam
El punto focal de la actividad turística en este lugar es la prostitución. Pareciera algo confuso, tratándose de una profesión mal vista en muchas partes del mundo. Sin embargo, para los lugareños es normal ver a las chicas de la noche pasear por los estrechos caminos del barrio.
Los locales donde se brinda el servicio de prostitución abren durante las 24 horas del día. Sin embargo, son en las noches de fines de semana donde quedan abarrotados. Es irónico que en su mayoría se trate de personas curiosas por ver cómo es ese mundo, que en otros lugares es algo prohibido y oculto.
Dentro del barrio puedes acudir a sex shops donde podrás adquirir cualquier cantidad de artículos que avivan la pasión. También jhay restaurantes, hoteles y café con temática sexual. En todos se muestran contenidos con el sentido más sensual posible. Y es que en realidad este barrio ha sido llamado rojo precisamente por la sensualidad que desborda este color.

¿Cómo ir al barrio más sensual de Ámsterdam?
El Barrió Red Light, en español Rojo, se ubica en el centro de la ciudad de Ámsterdam. Es probablemente el barrio más antiguo del lugar. Sin embargo, cuando lo vemos no tiene nada de antiguo, por lo que se ha vuelto más popular con el  pasar del tiempo.
La popularidad del Barrio fue adquirida gracias a las exuberantes actividades que se fueron realizando allí. Por esa razón, cientos de visitantes tomaban el tren para llegaban para disfrutar de lo que se ofrecía. Ahora, la fama de la que goza el lugar atrae millones de euros al año. Es por ello que se ha mantenido la misma ubicación para atraer a nuevos turistas interesados en sumergirse en lo que se cree prohibido.

No todo es para mayores de edad
También, puedes optar por visitar edificios representativos de la ciudad en el Barrio El Rojo. Uno de ellos es el Museo Amstelkring. Este no es más que una iglesia clandestina dedicada a la Señora del Ático.
Creada hace más de 350 años, a pesar de que su fachada no lo parece, esta alberga la historia del catolicismo en tiempos de la Reforma. Para este tiempo, el culto al catolicismo estaba prohibido, por lo que los fieles creyentes no se detuvieron y siguieron adorando a su Dios en lugares como este.
Por supuesto, actualmente no se parece a lo que en un principio era. Sin embargo, todavía guarda un atractivo y enigmático sentimiento para quienes lo visitan. Durante el recorrido, los visitantes pueden conocer el confesionario y otros lugares de la casa como la cocina y las habitaciones. En todo el lugar se exponen objetos religiosos de gran significado para los feligreses católicos.
En este mismo orden de ideas, se puede visitar la iglesia Oude Kerk. Es considerada el templo favorito de la ciudad; y es que todavía se siguen haciendo misas dentro de la iglesia desde 1302. Este fue el año de su construcción, cuando apenas era una capilla hecha de madera. El estilo que adopta es uno gótico, por lo que también se puede apreciar la hermosa arquitectura del edificio.
Nos damos cuenta que Ámsterdam está hecho tanto para aquellos turistas extrovertidos y liberales, como aquellos fieles creyentes de la espiritualidad.