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nueva política exterior, pero pocos cambios en la isla

Un año sin Fidel

Redacción Madrid. 17 de febrero.

    Mañana, 18 de febrero, se cumple un año desde que Fidel Castro renunció al poder en Cuba. Su no aspiración a la Presidencia del Consejo de Estado y a seguir siendo comandante en jefe abrió el camino a su hermano Raúl, el mayor apoyo de Fidel en la sombra, un hombre que también participó en la Revolución y que ha desempeñado un papel muy activo en los 50 años de la Cuba comunista.

   El primer año de Raúl como mandatario oficial de la isla --ya que llevaba año y medio como presidente en funciones debido a la enfermedad de Fidel-- se ha caracterizado principalmente por una agenda internacional muy activa, tanto de viajes al exterior como de importantes mandatarios que visitan Cuba, pero también por muy pocos cambios en el interior, unos cambios que se esperaban tras la salida de Fidel de los círculos clásicos de poder.

   Fidel Castro anunció su renuncia en el diario oficial 'Granma', en un artículo en el que dejaba 'libertad' al Parlamento para elegir al próximo líder de la Revolución. Sin embargo, la sucesión ya estaba pactada y el 24 de febrero la Asamblea en pleno apoyó a Raúl para que a partir de ese momento se convirtiera en el hombre que dirigiera los designios de Cuba hasta no se sabe bien cuándo.

   Muchas fueron las manifestaciones de esperanza de cambio que llegaron de todas partes del mundo. La reacción de los gobiernos europeos fue principalmente de deseo de que la llegada de Raúl propiciara un proceso de apertura y democratización de la isla. Los opositores y disidentes, así como el Gobierno de Estados Unidos, entonces presidido por George W. Bush, fueron más escépticos.

   Pero si bien Bush puso ciertas exigencias, como elecciones "libres y justas", para pensarse si modificaba su política hacia Cuba, los opositores y disidentes consideraron desde un principio que la salida de Fidel a un segundo plano no conllevaría cambios estructurales, por lo que auguraron que la situación continuaría igual. Muchos llegaron a decir que el cambio podría llegar con la muerte de Fidel, y no antes, ya que fue el verdadero impulsor de la Revolución y la imagen de Cuba en el mundo durante casi medio siglo.

   La UE se limitó a decir que buscaría un "diálogo político constructivo", mientras que los gobiernos europeos calificaron de "buena noticia" la marcha de Fidel y especularon con la posibilidad de que se pudiera abrir un proceso que incluyera la democratización de la isla y mejoras sustanciales en materia de Derechos Humanos.

   PRIMEROS MESES

   Los primeros meses de Raúl Castro al frente de la isla pudieron parecer alentadores con vistas a que el Gobierno pudiera introducir ciertos cambios y aperturas. Así, por ejemplo, abrió paso a una reforma agraria y facilitó la adquisición de teléfonos móviles por parte de particulares, entre otras reformas.

   Sin embargo, en las cárceles de la isla todavía hay unos 200 presos políticos, 20 de ellos del grupo de 75 periodistas e intelectuales que las autoridades detuvieron en la conocida como Primavera negra de 2003.

   La llegada de Barack Obama a la Presidencia de Estados Unidos y su promesa de hacer sus propios cambios con respecto a Cuba sin levantar el bloqueo ha hecho hablar a Raúl más de lo que nunca lo había hecho sobre un posible acercamiento, pero en el 60 aniversario de la Declaración de Derechos Humanos, en diciembre, unas 100 personas fueron arrestadas por manifestarse contra la denunciada política represiva del régimen.

   Además, la cartilla de racionamiento sigue marcando la vida de los cubanos y la isla importa hoy cerca del 80 por ciento de los alimentos que consume aunque la mitad de sus tierras cultivables están ociosas o subutilizadas.

   El paso este verano de los huracanes 'Gustav' e 'Ike' no han hecho sino dañar la economía, y las medidas tomadas por el régimen fueron incluso criticadas por Fidel, quien señaló que algunos dirigentes "sueñan realmente con satisfacer todas las solicitudes de 'pajaritos volando' que la gente desea" a pesar del desastre económico.

   AGENDA INTERNACIONAL

   El cambio más destacado en este primer año de Raúl ha llegado del nuevo periodo de relaciones exteriores, con el que busca demostrar los apoyos con los que cuenta frente al embargo estadounidense. Aparte de la ya conocida asociación con la Venezuela de Hugo Chávez, el año pasado viajaron a Cuba los presidentes de dos antiguos aliados: el chino Hu Jintao y el ruso Dimitri Medvedev.

   Raúl Castro respondió a la visita de Medvedev viajando él mismo Moscú el pasado enero, la primera vez de un presidente cubano visita Rusia desde la caída de la Unión Soviética, la cual había sido su gran apoyo durante más de tres décadas. No en vano era ésta su principal suministradora de alimentos y bienes de equipo.

   Los altos cargos cubanos tuvieron desde el principio una cada vez más apretada agenda internacional. Sin embargo, el jefe de Estado no salió de la isla hasta mediados de diciembre, cuando visitó Venezuela y Brasil, país donde se estrenó en su primera cumbre latinoamericana.

   Fue en Brasil también donde Cuba logró su entrada en el Grupo de Río, un momento "trascendental" para la historia de la isla, en palabras del propio Castro. En dicho encuentro los países miembros volvieron a pedir a Estados Unidos el fin del embargo sobre Cuba, el cual, según las autoridades de este país, le ha causado pérdidas por valor de 93.000 millones de dólares.

   ARTÍCULOS DE FIDEL

   Mientras tanto, el papel de Fidel en la vida política de Cuba se redujo hasta extremos nunca vistos durante los primeros meses de Raúl al frente de Cuba, si bien últimamente se ve más en los medios al ex presidente que al actual jefe de Estado por las entrevistas que mantiene con los dignatarios que visitan la isla. Además, los rumores surgidos a raíz de su enfermedad crean una expectación añadida a las fotografías que se van revelando del líder de la Revolución.

   No se conoce su paradero exacto y únicamente parece ejercer el papel de especie de 'ideólogo' con las "Reflexiones" que publica periódicamente en el diario oficial 'Granma'. En los últimos meses, de hecho, se ha dedicado más a analizar la actualidad internacional --la campaña electoral en Estados Unidos, la posterior victoria de Obama o la crisis financiera--.

   Tras su renuncia al poder, Fidel ha pasado a llamarse simplemente 'compañero' y publica artículos de opinión, pero también recibe en su residencia a los jefes de Estado que visitan la isla. Así, en los últimos meses se le ha podido ver, siempre ataviado con su tradicional chándal, con las presidentas chilena y argentina, Michelle Bachelet y Cristina Fernández, respectivamente, su amigo Hugo Chávez y Hu Jintao.

   En sus artículos ha seguido con detenimiento, como dijo él una vez, la campaña electoral en Estados Unidos, ha expresado las buenas vibraciones que le produce Barack Obama, ha criticado las medidas tomadas en el exterior contra la crisis financiera, ha comentado todas las visitas de dignatarios extranjeros y las relaciones bilaterales o incluso ha abordado temas tan variados como el cambio climático.

Etiquetas:Fidel Castrocuba