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se cumplen cinco años de su llegada al poder

Un lustro con ZP

Redacción Madrid. 11 de abril.

Se cumple el primer año de la segunda legislatura del presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero. No hace tanto de que el líder de los socialista mostrara su alegría aquel 11 de abril de 2008 cuando fue investido por segunda vez como máximo representante de los españoles. "Más contento" que hacía cuatro años, tal y como declaró, tras unas elecciones que tuvieron el fatal preludio del atentado de los trenes de Madrid, el entusiasmo y la confianza de un Zapatero que probablemente no conocía todavía lo que realmente le esperaba pronto se esfumó por la depresión económica que estaba a punto de atacar ferozmente a un país que para muchos no estaba preparado para afrontar la crisis económica mundial que se avecinaba.

Zapatero retomaba el Gobierno a sabiendas de que los próximos cuatro años traerían más de un contratiempo. Por aquel entonces, el combate a punto de estallar en torno a la desaceleración económica, la lucha contra ETA y la pugna desatada por la falta de agua eran algunas de las tareas primordiales que el presidente del Gobierno debería afrontar en su segundo mandato.

Sin embargo, tan sólo un año después, las cosas han cambiado y en España, políticos, empresarios, agentes sociales y la población de a pié en general no hablan de otra cosa: la crisis económica.

Pocos días después de que Zapatero fuera reelegido, el nuevo presidente del Gobierno anunció que su partido haría frente "rápidamente" a la "desaceleración" económica que sufría España, arrastrada por la situación mundial. El líder socialista anunció tempranamente un plan de choque "a corto plazo" y otras medidas para hacer frente a este panorama. Las expectativas eran poco esperanzadoras, pero no tan negativas como un año después ha quedado demostrado.

Por aquel entonces, el Fondo Monetario Internacional (FMI) alertaba de que España podría sufrir un frenazo en su economía que podría hacer descender notablemente su crecimiento en los últimos años del 3,8 por ciento de 2007 (por encima del de la Unión Europea) hasta el 1,8 por ciento. Sin embargo, la desaceleración ha sido mucho más crítica. Aunque ya fue alertado por varias instituciones internacionales y economista, Zapatero fue partícipe de una situación que España no experimentaba desde hacía 15 años.

El Producto Interior Bruto (PIB) se contrajo un 1 por ciento entre octubre y diciembre en tasa intertrimestral del pasado año, con lo que se confirmaba así la entrada técnica en recesión de la economía española.

Por aquel mes de abril de 2008, se preveía una mayor tasa de paro, que según se anunció podría alcanzar al 11 por ciento en 2009. Pero la sangría del desempleo ha sido mucho más cruel. Los últimos datos del paro fechados en marzo informaban que ya son 3,6 millones los españoles que permanecen sin trabajo, una cifra que crece incansablemente cada mes.

A pesar de que en este último mes el aumento del porcentaje de parados ha sido menor que en los periodos pasados, las previsiones no son nada alentadoras para el Gobierno. Según los pronósticos del Ejecutivo se estima que la tasa de desempleo para el cierre de 2009 podría ser del 15,9 por ciento, sin embargo, el Informe CESifo calcula que alcanzará el 17 por ciento en diciembre y el Servicio de Estudios del BBVA la eleva hasta el 17,7 por ciento.

LAS MEDIDAS Y CAMBIOS DE ZP

Como respuesta, Zapatero, cuyo principal quebradero de cabeza durante este año ha sido aliviar los efectos de esta crisis económica que está marcando sin duda su mandato, aprobó varios paquetes de medidas, como el Plan Vehículo Innovador Vehículo Eficiente (VIVE) o la dotación de 35.000 millones de euros en 2009 y 2010 a las líneas de apoyo del ICO y del Tesoro Público destinadas a la financiación de pymes y Viviendas de Protección Oficial. Además, puso en marcha el Plan E de inversión local para fomentar la creación de empleo.

Sin embargo, el plan de medidas contra crisis de Zapatero para muchos no ha sido suficiente. Machacado por una oposición que ve esperanzas de llegar al Gobierno en las próximas elecciones ante la impopularidad del actual presidente del Gobierno y presionado por una sociedad que le exige respuestas inmediatas, Zapatero quiso terminar este primer año de investidura con representativos cambios en su Gobierno.

La foto del primer Consejo de Ministros del mandato de 2008 poco tiene que ver con la de ahora, tras la remodelación de los ministerios. El ya antiguo ministro de Economía, Pedro Solbes, que manifestó más de una vez su interés por ser "ex ministro", cumplió con sus deseos tras casi 20 años en el mundo de la política.

Zapatero decidió cesarle para poner a Elena Salgado al frente de la vicepresidencia económica. De igual modo, Mercedes Cabrera, Cesar Antonio Molina, Bernat Soria y Magdalena Alvarez dijeron adiós a sus ministerios para dar paso a Angel Gabilondo al frente de educación , Angeles Gonzalez-Sinde en Cultura, Trinidad Jiménez en Sanidad y Políticas Sociales, a Pepe Blanco al frente de Fomento y Manuel Cháves como nuevo ministro de Política Territorial para lidiar finalmente con la financiación autonómica, otro de los máximos retos del presidente.

EN LA CUERDA FLOJA

Zapatero fue investido con la mayoría simple de los votos del Congreso de los Diputados, 169 de un total de 350. Sólo le votaron los diputados de su partido en una segunda ronda, mientras que los 158 del PP, ERC y UPyD votaron en contra y 23 de CiU, PNV, IU, ICV, CC, BNG y Nafarroa Bai se abstuvieron, lo que no le impidió gobernar. Aquel 9 de marzo más de 11 millones de españoles decidieron volver a mostrar su apoyo al dirigente socialista. Un año después la valoración en torno al partido ha variado mucho.

Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas de febrero, el Partido Popular y el PSOE tendrían un empate técnico de celebrarse unas elecciones generales hoy. Aunque el PP no consigue arrebatarle votos a los socialistas, el partido de Rodríguez Zapatero estaría perdiendo la confianza de muchos españoles por considerar que no hace lo suficiente por afrontarla.

Según este mismo estudio, el 41 por ciento de los ciudadanos valoran el panorama económico del país como malo, y uno de cada tres como muy malo.

El paro y los problemas económicos se han convertido por decimocuarta vez consecutiva en el principal problema para los españoles. Una carga que tal y como manifestó el presidente del Gobierno en el programa de televisión "Tengo una pregunta para usted" le "quita el sueño" por las noches. Y quizá también le pueda quitar apoyos y votos dentro de tres años, cuando en 2012 se celebren las próximas elecciones generales.

 

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