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Diario YA


 

La Gallera

Una autoridad religiosa mundial

Zapatero saludando a Benedicto XVI

José J. Escandell. El expresidente del Gobierno español, J. L. Rodríguez Zapatero, ha propuesto crear una «autoridad religiosa global» basada en dos pilares: el respeto al pluralismo religioso, la paz y la libertad, y la condena de toda violencia, según cuenta InfoCatólica.

Una autoridad religiosa mundial no es mala idea. Lo es de hecho el Papa, pues el Vicario de Cristo es la máxima autoridad de la única religión en la que subsiste la Verdad completa.

Pero Zapatero sostiene que ninguna religión puede plantearse como «excluyente» ni pretender que sus creencias son las únicas verdaderas, sino que la única «verdad es la libertad, el respeto a todas las confesiones». Ya lo había dicho, aquello de que «la libertad os hará verdaderos», en retruécano de las palabras de Cristo. El problema es que, si ninguna religión es verdadera, no puede haber ninguna verdadera autoridad religiosa. En aquellas cosas en las que no hay verdad, nadie puede estar por encima de nadie: es el ancho territorio de los asuntos opinables.

El progresismo no niega la verdad. Robespierre tenía una verdad en forma de guillotina. Lo que el progresismo sostiene en realidad es que sólo hay verdad en lo político. Lo único absoluto para el progresismo es el poder político. La única verdad es la política. Lo único que verdaderamente importa es la paz social, el avance de las naciones, la mejora de los ciudadanos, el Estado del bienestar, la convivencia solidaria e igualitaria de hombres libres. (Sin duda, acierta en lo que afirma, pero yerra en lo que niega).

Luego Zapatero no propone que haya una autoridad religiosa mundial, sino que haya una autoridad política mundial sobre las religiones. O sea, que las religiones se sometan al poder político. La libertad religiosa está en peligro.
 

José J. Escandell es Licenciado en Filosofía (Univ. Navarra) y Doctor (Univ. Málaga)
 

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