Principal

Diario YA


 

VENTAJAS DEL BLANQUEAMIENTO DENTAL

Hoy en día, la búsqueda de una buena imagen estética nos lleva a hacer cambios significativos en nuestro comportamiento y hábitos de vida, por lo que es bastante frecuente encontrar personas que, como parte de su mejora de imagen personal, deciden blanquear sus dientes buscando tener una sonrisa perfecta.
El constante bombardeo de la publicidad en los medios de comunicación ha provocado que muchas personas decidan blanquear sus dientes, incluso con ciertos productos disponibles en el mercado que se utilizan sin ningún control por parte del odontólogo.
Es importante resaltar que, junto a los innegables beneficios del blanqueamiento, como la evidente mejora no sólo a nivel físico sino también, y lo que es más importante, a nivel de autoestima y seguridad del paciente,  existen ciertos riesgos que, aunque mínimos, es importante conocer. Por eso, es vital ponerse siempre en manos de profesionales y no elegir soluciones rápidas que prometen resultados milagrosos desde casa.
Numerosos estudios han demostrado, como otra ventaja de este proceso, que los efectos del peróxido de carbamida (uno de los agentes blanqueadores más comúnmente utilizados) son positivos como antiséptico oral, reductor de la placa bacteriana y para la curación de las heridas bucales, sin provocar efectos secundarios.
Después de consultar con un experto dentista de Fuenlabrada, pudimos saber que durante el proceso de blanqueamiento se puede tener sensibilidad dental, aunque una vez terminado el tratamiento todo vuelve a la normalidad.
Para obtener el mejor resultado también se recomienda el uso de pastas dentífricas y enjuagues bucales que contengan flúor. El blanqueamiento dental es algo inofensivo, aunque siempre es importante someterse a un diagnóstico previo para evitar posibles efectos negativos, ya que una simple pieza fracturada podría provocarnos molestias innecesarias.
Será nuestro odontólogo el que, tras un examen, nos haga las recomendaciones específicas más adecuadas para nuestro caso en particular. Son muchos y muy variados los motivos por los que a una persona  le amarillean los dientes: la herencia genética, el  tabaco, algunos alimentos y bebidas como el café; ciertos medicamentos y, sobre todo, el avance de la edad. Por ello, dependiendo del tipo de tratamiento al que se someta el paciente, será necesario retocar cada cierto tiempo el tono dental, para evitar que vuelva a ser amarillento.