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Diario YA


 

"Una latita bien hecha", gran trabajo VW

VW Beetle Cabrio; estilo para el paseo a cielo abierto

 

Carlos Pascual. Cabrio, retro, divertido y económico; estos son los adjetivos más acertados para definir el Volkswagen Beetle Cabrio. Un compacto de diseño retro muy especial al que como se le hiciera al coche de Ferdinand Porsche se le ha retirado el techo.

Tras la extensa vida del Beetle que naciera en los años treinta y que viera la luz de forma definitiva durante la posguerra hasta llegar al siglo XXI, cuando se cesó su producción. VW reinventó el mito con el New Beetle durante los últimos años de la década de los 90 y ahora ha lanzado la que es la segunda generación del New Beetle.

En esta ocasión han renovado el icónico modelo con detalles todavía más “retro”, con referencias más evidentes al modelo original. Así la guantera con apertura vertical y el acabado en el color de la carrocería a lo largo de toda la parte alta del interior haciendo de este “Una latita bien hecha”.

Este es un cuatro plazas exclusivamente en el que es francamente sencillo viajar cuatro adultos, con un acceso sencillo a la parte trasera y un confort muy alto teniendo en cuenta que la capota es de lona con una excelente calidad y por lo tanto un aislamiento excepcional.

Su portaequipajes se ve disminuido por el espacio necesario para la capota, también utilizable cuando esta se encuentra desplegada pudiendo dejar en él una pequeña maleta o un bolso. El punto negativo de la capota es que por su modo de plegarse necesita un cubrecapota que resulta algo tedioso de colocar y transportar en el coche, si bien podemos guardarlo extendido en el maletero y aún nos quedará espacio para una pequeña compra o los enseres para disfrutar de un día en la playa.

En el apartado dinámico, hemos tenido la ocasión de conducir el motor 1.6 TDI de 105 cv con cambio manual de cinco velocidades. Este conjunto es muy cómodo de conducir con un tacto agradable de buena calidad con todo cerca y a mano.

El Beetle no es un deportivo ni pretende, se trata de un coche con el que disfrutar del paseo a cielo abierto. Ello no excluye la posibilidad de circular a buen ritmo por carreteras reviradas con un chasis noble, enfocado al confort, de muy buena pisada y gran capacidad para ser colocado en la frenada y en las curvas.


El motor es voluntarioso y capaz de mover con soltura el Beetle, este 1.6 TDI disminuye su empuje de forma notable a partir de las 3.500 rpm lo que unido a una caja de cambios con desarrollos muy largos hacen del beetle un coche de consumos ajustados donde incluso al límite no seremos capaces de consumir más de 7 litros de carburante por cada 100 kilómetros recorridos.

Estoy convencido de que este es el mayor lastre dinámico del Beetle una caja de cambios muy larga de pocas relaciones que pudiera ser mejorada incluyendo una sexta velocidad y ajustando la precisión de su selector.


Este Volkswagen Beetle Cabrio no deja de ser un automóvil capricho, un juguete para adultos que puede ser utilizado a diario y que responde con diseño, economía y confort a sus rivales, los cuales son o más pequeños o más caros o sencillamente el componente diferenciador del diseño es algo diferente.

 

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