El avance que ha experimentado la tecnología a lo largo de los últimos años es tal, que hoy día es casi imposible conocer a una persona que no tenga un teléfono móvil, sea más o menos moderno. Además, existen auténticos forofos de lo tecnológico, que pueden llegar a cuidar su smartphone como si se tratase de una persona.
Pero los descuidos se suceden también con estos terminales, y puede darse el caso de que una simple caída, termine con la pantalla de tan preciado dispositivo. Y ello a pesar de la gran variedad de fundas que se ofrecen hoy día en el mercado.
Por suerte, hoy día la reparación de móviles es un negocio que se encuentra completamente disponible para todos. Evidentemente habrá que estudiar bien de qué tipo de reparación se trata, porque cuando esta alcanza precios desorbitados, no compensa, siendo mejor comprar un teléfono nuevo.

Asegúrate de contratar un negocio especializado en la reparación de móviles
Lo primero que hay que hacer es buscar una tienda especializada en servicios de este tipo. Esta debe contar con profesionales experimentados, los cuales se comprometan a realizar la reparación una vez que hayan visto en qué consiste esta. Si estos aseguran poder afrontar el arreglo sin saber de qué se trata, hay que desconfiar de ellos.
Y es que en ocasiones, es mucho mejor pagar un poco de dinero por una reparación, que volver a desembolsar la cantidad de dinero que cuesta un teléfono móvil. Pero tal como se dijo antes, esta cuestión debe ser analizada caso por caso, ya que el precio de ciertas reparaciones puede acercarse al de un terminal nuevo, con todas sus garantías.
En algunos casos, la reparación puede llegar a representar hasta un 75% de ahorro. Teniendo en cuenta que a una persona normal y corriente no le suele sobrar el dinero, la reparación de móviles se convierte sin duda en una opción de lo más interesante.

Antes que reparar un móvil roto, es mejor colocarle un cristal
Para que la reparación sea la última opción, hay que tomar una serie de medidas antes. Por ejemplo, se debe proteger la pantalla del dispositivo con un protector de pantalla, que suele ser de cristal templado. De esta forma, la pantalla queda protegida de la suciedad, pero sobre todo, de arañazos y de los daños que puede originar una posible caída.
Aunque existen muchos tipos de protectores, los de cristal templado son muchos más resistentes que otros que se fabrican con plástico, y si tenemos dudas sobre cómo elegir uno para nuestro terminal siempre podemos consultar el artículo de Xataka “Vidrio templado: qué es, qué protección ofrece, diferencias y cómo elegir el mejor”. Tan solo hay que tener en cuenta que su diseño haya sido realizado especialmente para el modelo de móvil en el que se va a poner. De no ser así, los distintos encajes y orificios podrían no coincidir, y resultan muy difíciles de adaptar.
Pero cuando no queda más remedio, quizás porque la pantalla se haya roto por no estar protegida, habrá que acudir a un servicio de reparación de móviles. Llegado este caso, es mejor pagar un poco más de dinero y asegurarse la calidad del trabajo realizado, que gastar menos y que sirva de poco o nada.